Posos de anarquía

Juezas que criminalizan a mujeres: no nos las merecemos

Juezas que criminalizan a mujeres: no nos las merecemosAyer por la tarde me vi tan pasmado como indignado por la noticia cuyo titular rezaba "Apuñala 24 veces a su mujer y rebajan su pena a la mitad porque la víctima tenía un amante". Tras leer el artículo y comprobar que los hechos se habían producido en Italia, me sorprendí sintiendo un repentino alivio. Me equivoqué. La lucha por los atropellos machistas trasciende las fronteras y, cada vez más, algunas personas parecen empeñadas en convertirla en una guerra. Plantamos batalla, que no les quepa duda.

La sentencia es absurda y está tan alejada de la justicia como Silvia Capanini, la jueza que la ha dictado, de la sensatez, de un mínimo de decencia. Sencillamente, no merece ningún respeto. Alegar que el hecho de que la mujer tuviera un amante provocó "una mezcla de ira y desesperación, profunda decepción y resentimiento" en el marido, lo que le llevó a coserla a puñaladas es una auténtica barbaridad y abre peligrosas ventanas.

Si la sentencia me ha indignado a mí, ¿qué será lo que sientan el padre o la madre de la víctima? Se lo diré yo, hablando en plata y sin medias tintas: "una mezcla de ira y desesperación, profunda decepción y resentimiento" capaz de reventar a hostias a la jueza. Vaya por delante que sería una atrocidad, pero no mayor que la que cometió el asesino y, posteriormente, la magistrada.

No hay amante ni sentencia que justifique un asesinato. Jamás... ni siquiera que sirva como atenuante. ¿Tan básicos somos los hombres que somos incapaces de contener emociones hasta el punto de que éstas nos llevan a matar (y una jueza a disculpar el crimen parcialmente)? Según la magistrada italiana y quienes piensan como ella, sí, somos así de básicos, tanto como que ante una mujer escotada o en minifalda somos incapaces de no soltar algún improperio... y la culpa no es nuestra, si no de ella que viste como viste.

La sentencia de Capanini criminaliza a la víctima, a la mujer asesinada, como si tener un amante fuera un crimen, como si tal acto justificara parcialmente 24 puñaladas. Así las cosas y con esos planteamientos, ¿cómo llevará su día a día Capanini, consciente de que en cualquier momento hace o dice algo que lleve a un hombre a un estado de ira pasajera volcando su violencia contra ella?

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