En lo que va de año 77 mujeres han sido asesinadas a manos de hombres. Las cifras oficiales, que únicamente contabilizan las asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, fija la cifra en 42. Una auténtica barbaridad, con un mes de septiembre especialmente atroz. Y en mitad de esta oleada de terrorismo machista, el tándem PP-Vox que gobierna El Ejido decide eliminar el sistema de seguimiento de víctimas de violencia machista (Viogen) que dota de protección a las mujeres cuyas parejas o exparejas amenazan, golpean, maltratan...
Eso es España Suma. La iniciativa aglutinadora de la derecha que persigue Pablo Casado incorporando a la extremaderecha que se le escapó del PP. Y lo quiere hacer a cualquier precio, aunque ello suponga clavar la rodilla como en El Ejido ante Vox y dejar a las mujeres a la merced de sus depredadores. 36 mujeres (de las 238 mujeres en peligro en El Ejido) que requieren de esa protección se ven hoy arrojadas a sus agresores.
El alcalde Francisco Góngora (PP) alega falta de recursos, que no dispone de suficientes policías y apuesta por la desprotección de las víctimas para abaratar. La pregunta del siglo para Góngora: ¿dónde van a parar los fondos que le llegan de Interior a través del Pacto de Estado contra la Violencia de Género? Por otro lado, el PP lleva gobernando el municipio desde 2011, con un paréntesis entre 2007-2011 en el que gobernó el que había sido número 1 del PP y alcalde desde 1991, Juan Antonio Enciso. En 2012, la deuda municipal se situaba en los 265 millones de euros... lo que lastra al Consistorio. ¿Dónde fue todo ese dinero?
No es cuestión de fondos económicos, sino de fondos morales. Una moralidad de la que carece este alcalde, en el punto de mira de la Justicia por presuntos delitos de falsedad documental, contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Quizás ese es un requisito indispensable para ingresar en el PP: la ausencia de cualquier atisbo de moralidad o escrúpulos a la hora de sacrificar cuanto sea necesario para alcanzar/mantener el poder.
Vox se desinfla. El próximo 10N veremos cómo sufre una debacle mayor que la de las últimas elecciones generales, cuando se quedó muy lejos de sus expectativas. Cuando vuelva a ser un grupúsculo minoritario, la presión social volverá a encarrilar al PP en cuestión de género, al menos en parte, porque si algo han demostrado l@s de Génova es que tienen el machismo enquistado. ¿O acaso no recuerdan cómo tras firmar el Pacto de Estado lo estrangularon sin destinar el dinero comprometido? Hubo de prosperar una moción de censura que barriera al PP para hacer justicia social.
La deleznable campaña contra la Violencia de Género que puso en marcha la Junta de Andalucía con modelos de clínicas dentales fue un buen anticipo de lo que cabía esperar de la sumisión de PP y Cs ante Vox. Ahora, el ayuntamiento de El Ejido confirma la indignidad de su equipo de Gobierno, cuyos Servicios Sociales están en manos de la extremaderecha y cuyo alcalde parece destilar tanto desprecio por las víctimas del terrorismo machista como por las personas migrantes, a las que parece circunscribir únicamente o explotadas bajo los plásticos o en centros de internamiento para ser deportados a su infierno. Todo ello conforma parte de su programa electoral para el 10N. No lo olviden.