Posos de anarquía

A Aznar y Casado se les rompió el amor de tanto usarlo

A Aznar y Casado se les rompió el amor de tanto usarlo
Pablo Casado y José Mª Aznar durante la Convención Nacional del PP en 2019. EFE/Chema Moya

"Si alguna vez me tiene que renovar alguien, que me renueve Casado, que es un tipo estupendo". Son palabras de José Mª Aznar en 2015, cuando el actual líder del PP ni siquiera se postulaba a llevar la rienda del partido conservador.  Las cosas han cambiado, a Aznar y Pablo Casado se les ha roto el amor de tanto usarlo y el expresidente ahora declara con desdén que "ganarse los galones es responsabilidad de cada uno", acusándole de que "su liderazgo es débil".

Transcurrió el tiempo y ya durante el proceso de primarias en el PP, Dolores de Cospedal ligó la candidatura de Casado al entorno de Aznar; lo hizo durante una entrevista en Cadena SER, cuando destacó del licenciado de Aravaca que, pese a su falta de experiencia y bisoñez, no daba signos de regeneración, más bien al contrario, una vuelta al pasado de la era Aznar... como después se ha confirmado con la recuperación de viejas glorias como Carlos Iturgaiz al frente del PP en Euskadi, que volvió a replicar las derrotas de tiempos de Aznar.

Quizás es la conexión de Ávila, puesto que como se ha encargado Casado de recordar estos días para sacudirse la Operación Kitchen, ambos fueron diputados por esta provincia... quizás es que Aznar vio en el joven candidato a un sujeto más fácil de manipular, con menos margen para rebelarse y tenerlo bien sujeto con la correa corta.

Sea lo que fuere, sentían devoción el uno por el otro; Aznar elogiaba a Casado y éste obedecía sin rechistar, rodeándose de la cohorte de FAES de Aznar. Al cachorro del expresidente le faltó tatuarse el perfil de éste, mientras repetía una y otra vez sus alabanzas a los gobiernos del conservador: "En mi opinión, con los mejores años de nuestra historia contemporánea. Sin duda, un ejemplo que a mi particularmente y a mi partido, nos inspira actualmente".

Lo que parece más que evidente es que el idilio se ha roto. Se les rompió el amor, de tanto usarlo, de tanto loco abrazo sin medidas... Hoy ya no se le empañan los ojos a Aznar al recordar que "hace casi 30 años un joven de 37 años -la misma edad de Casado entonces- llegó a la presidencia del Partido Popular. Ese joven venía desde Ávila. Pero a diferencia de ese joven de hace 30 años, el joven de hoy, Pablo Casado, es mucho más listo y sabe mucho más de política".

Eran tiempos en los que el coinventor de las armas de destrucción masiva y la guerra de Irak en 2003 afirmaba rotundo que "ninguno de tus antecesores lo tuvimos tan difícil. Por eso quiero que sepas, y que lo sepan todos, que tienes mi confianza. Vas a saber responder a este gran compromiso. Tenemos un gran líder, un líder como un castillo, sin tutelas ni tutías".

¿Qué fue de aquel sentir durante la campaña electoral, expresado de manera contundente en una entrevista concecida a Expansión? El expresidente aseguraba de Casado que "reúne todas las condiciones para hacer la operación de dimensión histórica de reconstruir el centroderecha". Pues ha fracasado. En contra de lo que el propio Aznar apuntaba a finales del año pasado, cuando sostenía que "Pablo Casado sabe muy bien lo que tiene que hacer".

A diferencia de lo que el expresidente opinaba hace apenas un año, cuando indicaba que Casado "ha acertado en las decisiones que marcan la trayectoria del Partido Popular. Y tengo plena confianza en que lo va a seguir haciendo", ahora lanza pullas por videoconferencia, cómodamente sentado desde su despacho. Ahora ni uno confía en el otro ni el otro se siente inspirado por el uno.

¿Y Rajoy? Rajoy encontraría alivio a estas rencillas entre quienes lo barrieron del partido -literalmente, se partiría de risa- sino fuera porque Casado no va a dudar en arrojarlo a los leones de la Operación Kitchen con tal de subir puntos en las encuestas. La pregunta es si conseguirá hacerlo sin que le salpique la sangre.

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