Posos de anarquía

Tezanos, tenga coraje de una vez

Tezanos, tenga coraje de una vez
El presidente del CIS, José Félix Tezanos, este martes en el Congreso / EFE

Ayer conocíamos la investigación de Juan Carlos I por parte de la fiscalía por blanqueo y delito fiscal. La constatación a lo largo de los años de la que la justicia no es igual para todos y todas, el modo en que ciertos partidos políticos encubren a la Corona,  con el PSOE avergonzando sus principios más identitarios, y el silencio cobarde de una Casa Real que ha perdido el respeto de millones de españoles y españolas nos hace temer que esto no tiene un gran recorrido. A la lista de encubridores de esta monarquía indigna se suma también el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Hace más de cinco años (abril de 2015) que el CIS no pregunta por la monarquía o la Casa Real. ¿Qué miedo hay en conocer lo que opina el pueblo español sobre una institución tan caduca? Ya que se nos viene negando sistemáticamente un referéndum que dé a la nación la oportunidad de elegir su fórmula de Estado, algo que nos ha sido negado durante toda la democracia -y que cuestiona a ésta-, al menos, que se nos pase una encuesta, ¿no?

Al frente del CIS encontramos a José Félix Tezanos, que desde que llegó al cargo ha destilado cierta soberbia autocomplaciente camuflada bajo esa candidez de abuelito setentón. Ha cambiado los métodos estadísticos varias veces, lo que viene llamándose "la cocina" del CIS, ha hecho gala de su militancia socialista reivindicando su independencia... se ha revelado a lo establecido y jamás se ha arrugado, ni siquiera cuando formuló una pregunta sobre las paparruchas (fake news) que requería ser filólogo para entenderla.

Tenga coraje de verdad, señor Tezanos, pregunte sobre lo que hace más de de un lustro que nos nos preguntan y que es más que evidente que es una cuestión de actualidad, un asunto que está en la opinión pública. Tenga ese valor que requiere desmarcarse de un PSOE que lleva años traicionando a su mismo fundador, pregunte, pregunte aunque sea con fórmulas edulcoradas, pero no caiga en esa dejación de funciones que roza la vileza.

Lo cierto es que no nos va la vida en ello, dada además la pérdida de enteros que lleva sufriendo el CIS en su valoración social, pero sería un gesto. ¿De qué? Pues, sencillamente, de que el hedor antidemocrático que desprende la Casa Real no impregna hasta la última de las instituciones. Pero para eso, señor Tezanos, hay que tener verdadero coraje. ¿Lo tendrá usted?

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