Punto de Fisión

Duran Duran

 

Duran i Lleida es independentista los martes, los jueves y los sábados; los lunes, miércoles y viernes descansa del independentismo, y los domingos va a misa. Tampoco es tan difícil de entender en estos tiempos en que la gente cambia de ideología con la misma facilidad que de calzoncillos, algunos incluso con más frecuencia, porque hay ideologías que, la verdad, huelen mal.

Cuando Duran i Lleida sale de Cataluña, tira las ideas independentistas al cesto de la ropa sucia, se pone los calzoncillos de la autodeterminación y ya está listo para una rueda de prensa en esa suite del Palace donde le espera un desayuno continental. Al día siguiente, cuando regresa a Barcelona, el independentismo ya está seco y recién planchado; entonces Duran y Lleida se lo prueba ante el espejo y se va a dar un mitin, una entrevista, lo que toque según el calendario, porque es un hombre precavido y muy bien organizado, de eso no cabe duda. Por eso unos días es Lleida y otros Duran.

Duran i Lleida siempre juega al póker pero envidando a chica, no sé si me explico; a él nunca lo van a pillar en un farol con medias parejas como Artur Mas, que cada día que pasa es menos Artur, menos Mas y menos mus, hasta el punto de que se ha cogido una rabieta y habla de llevarse las cartas a Bruselas ahora que ya no sabe si juega al tute, a la brisca o al escondite. Hasta dice el pobre hombre que va a internacionalizar el conflicto, como si hubiera algún conflicto y como si España no fuese desde siempre el extranjero, esa polvorienta tierra de charnegos en la que no hay más oasis que la suite del Palace donde se toma el café Duran i Lleida cuando le toca Duran.

Duran i Lleida dijo una vez, en una frase para los anales, que "la gente no se va de su país por ganas, sino por hambre", que es lo que le pasa a él cuando se viene a desayunar a la suite del Palace, que hay días, cuando se despista el fotógrafo, que hasta pide churros y luego repite. Sin embargo la frase tiene un matiz final: "Pero en Cataluña no caben todos". Eso, seguramente, debe de ir por Artur Mas, que ya está haciendo las maletas para irse a Bruselas y lleva todos los calzoncillos de la misma ideología, qué ordinariez. Duran i Lleida es un político escurridizo que ha jugado toda la vida a las damas con las reglas del ajedrez y que cuando van a darle jaque mate dice que no hay mus. Últimamente también lleva gafas rojas, será por despistar.

 

 

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