Punto de Fisión

Follar como Dios manda

El Obispado de Alcalá va a impartir un cursillo sobre cómo follar a los jóvenes. Hombre, dicha así, la frase no deja de tener su ambigüedad por esas cosas del complemento directo o indirecto. No se sabe si quieren impartir un cursillo a los jóvenes o si se los quieren follar. En cualquier caso, visto que el sujeto de la frase es el Obispado de Alcalá, los jóvenes están excluidos como complemento directo del verbo follar. Ustedes ya lo habían pillado, seguro.

El reclamo del cursillo no utiliza un verbo tan soez, pero con eso de "agárrense, muchachones, que vamos a hablar de sexualidad" se refieren al folleteo, estoy casi seguro. También podían haber dicho: "agárrense, maricones, que aquí les vamos a quitar las ganas", pero no quedaría tan elegante ni tan fino. La lección va a ir, ante todo, de sexo oral, de sexo ibérico, que es el que se practica con la lengua, casi siempre después del coito, con los amigos, en la taberna. El sexo oral lo puso de moda Dominguín cuando, después de una noche de lujuria con Ava Gardner, se levantó y empezó a vestirse a toda leche. Ella le preguntó dónde iba y Dominguín respondió que al bar, a contárselo a los amigos.

En plena crisis, con tantas familias desestructuradas por el hambre y tantos pobres nuevos, sorprende esta obsesión de la iglesia española por el sexo, especialmente si uno cae en la cuenta de que en los Evangelios apenas hay referencias, aparte de un consejo a una ramera para que no ejerciera el oficio el sábado. Cuando descendía a parajes terrenales, Cristo predicaba más bien sobre la injusticia social y la desvergüenza de comerciar dentro de los templos, pero se ve que éstos son temas incómodos que contravienen la santa regla de no pagar impuestos y de pasar bien a fondo el cepillo. Lo de la castidad y la misoginia son inventos de San Pablo, un tipo de biografía torcida que fue cocinero antes que fraile y que lo que cocinaba, mayormente, eran cristianos.

Hay que ver a qué nivel está la teología. Los mismos obispos que se dedicaban a clasificar ángeles por familias, ahoran dan clases sobre cómo colocarse un condón y cómo aguantarse las ganas. Debe de ser que antes estaban en las nubes, aunque nunca les ha faltado el conocimiento de primera mano. Hace unos años descubrieron el ordenador de un sacerdote español repleto de imágenes pornográficas de menores de edad; seguramente, estaba preparando la documentación para el cursillo. En cualquier caso, en esto de follar, la iglesia católica siempre ha ido a la vanguardia de la civilización. Por algo a lo de practicar el sexo cara a cara se le llamó la postura del misionero.

 

 

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