Punto de Fisión

Palabra de Felipe

Hace sólo unos días Felipe González estuvo en una reunión de ex presidentes y ex mandatarios iberoamericanos que incluía entre otros a Duhalde, Pastrana, Fox, Calderón, Lacalle, Cristiani, Toledo y Uribe. Hablaron mucho del peligro venezolano, jugaron un rato al Trivial, asombrados de que sus nombres no aparecieran ni en un quesito, y firmaron juntos la Declaración de Panamá, aunque al final no se les pudo convencer para que patrocinaran juntos un Museo de la Mojama, que era lo que procedía. No podía faltar, por supuesto, Jose Maria Aznar, con quien Felipe mantiene una relación tormentosa de amor y odio digna de un culebrón -sí- venezolano. Antes había más odio y ahora hay más amor, por fin se han dado cuenta de que comparten muchas más cosas aparte de un ex sillón y un ex cargo. Cada vez que se acercan en una de estas cumbres de ex peces gordos, la gente está a punto de aplaudirles y ponerse a gritar: "¡Que se besen, que se besen!"

Jose Mari también podía haber acudido a la Conferencia Municipal del PSOE para apoyar a sus socios pero tampoco era plan. Como suele hacer desde hace décadas, Felipe se cambió de vestuario para acercarse un poco al pueblo, aunque sea por vía textil. Estas mudas de piel, ya que no de ideas, son dignas de un documental de la BBC, uno de esos documentales filmados entre bambalinas donde se ve a los actores probándose chaquetas y recitando su monólogo ante el espejo: "Marx o no Marx, he ahí el problema". En lugar de su habitual reliquia de pana, bruñida en mil mitines, se puso una cazadora azul marino propia de un conductor de autobús, un mensaje subliminal para recordarle a Pdr Snchz quien lleva las riendas del partido. Es posible que fuese la misma chaqueta de pana desgastada tras centenares de discursos, con la tela oscurecida y las fibras y acanaladuras desgastadas por los sillones de tantos y tantos consejos de administración.

Felipe llegó, vio y habló. Su discurso fue el de siempre, aquel viejo chiste de Pajares sobre Suárez, al que veía como un boxeador que amaga con la izquierda y golpea con la derecha. Prometió lo que harían cuando estén en el poder, lo mismo que no han hecho y que llevan no haciendo durante los veinte años y pico que han gobernado. Luego subió Pdr Snchz y pidió "una campaña limpia y sin descalificaciones", poco después de que su padrino Felipe aludiera a la bestia negra de Podemos con el cortés neologismo de "circopolítica". El candidato a la alcaldía, Antonio Carmona, hizo una promesa en pretérito perfecto: "Vamos a gobernar en muchos municipios. Vuelve 1979, pero con más fuerza y con aires del siglo XXI". Traducido quiere decir que todavía no han logrado clonar a Tierno Galván. Zapatero escuchaba a todos muy atento, intentando pasar desapercibido desde la primera fila, como si todavía estuviera en La Moncloa. Al final, el macho alfa del psocialismo abrazó a Pdr Snchz bien fuerte, los dos en camisa, y no quedó muy claro si fue para clavarle un puñal o para colgarle un muñequito.

 

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