Punto de Fisión

El universo según Bárcenas

Me comentan que hay presiones en el Comité de Ciencias de la Academia Sueca para proponer la candidatura conjunta de Luis Bárcenas y Mariano Rajoy al próximo premio Nobel de Física por su teoría del universo como simulación. Al universo unos lo ven todo vacío, otros lleno de agujeros, otros como un tendedero de supercuerdas, que si la luz son ondas, que si son corpúsculos, pero al final parece que se impone el teatro universal.

El universo está ahí, silbando con las manos en los bolsillos, pero nadie sabe por qué ni para qué. La mayoría de los físicos se dedican a hacer sus experimentos en un acelerador de partículas en Suiza que cuesta una millonada, pero Bárcenas prefirió invertir el proceso, investigar directamente la millonada en Suiza y ahorrarse los intermediarios. Para qué fabricar un Gran Colisionador de Hadrones si aquí los Hadrones colisionan ellos solos. La millonada es un misterio del rango del universo físico: nadie sabe qué pinta ni cómo ha llegado hasta ahí, no se sabe su procedencia ni su edad exacta, ni su padre, ni su madre, ni siquiera si existe desde siempre o hubo alguna explosión traumática que vino a romper la monotonía de la nada. Lo único seguro es que ahí los tenemos, al universo y a la millonada, más chulos que Bárcenas, que cada día tiene más cara de big bang.

Tanto reírnos de Cospedal y de su doctorado en finiquito, y al final la mujer va a tener más razón que Marie Curie. Como que la simulación en diferido podría ser la piedra filosofal que vienen buscando pensadores y científicos desde el alba de los tiempos, la caverna platónica, el fenómeno y el noúmeno, la dialéctica hegeliana elevada a sus últimas consecuencias: tesis, Mariano; antítesis, Bárcenas; síntesis, el PP. El Tribunal Superior de Justicia lleva meses intentando encajar el rompecabezas laboral del tesorero del PP, que trabajaba en forma de simulación pero cobraba en euros de curso legal. Todavía no se han puesto de acuerdo si los millones de Bárcenas suman por cuenta propia o ajena, si los empresarios que arreglaron ese contrato tan raro eran muy tontos o muy listos, ni si Génova está en Italia, en Suiza o en Madrid. Veinte mil y pico euros al mes, chófer, secretaria, chico de los recados y eso que ya no trabajaba para ellos. Es que llega a trabajar y a estas horas Montoro estaría tocando el acordeón en el metro y De Guindos pasando la boina de vagón en vagón.

A los jueces les cuesta entenderlo, claro, porque todavía andan empantanados en un universo newtoniano, regido por la ley de la gravedad, pero el PP desde su fundación ignora a Newton, ignora la gravedad e ignora la ley. Es un partido cuántico, guiado por el principio de indeterminación de Heisenberg: si conoces su corrupción, no conoces su tesorero, y si conoces su tesorero, no conoces su corrupción. En un SMS, Mariano resumió la ecuación magistral por la que pasará a la historia: Ánimo, Luis, sé fuerte. Traducido a datos subatómicos: cuántico ladrón, cuánticos millones. Bárcenas en prisión consistía un electrón suelto con muy mala leche, pero sentado en el banquillo maúlla como el gato de Schrödinger en versión epidemia: está a la vez vivo y muerto, y cuando se destape la caja, ya veremos cómo están los demás.

 

 

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