En el PP madrileño la afluencia de zombis por metro cuadrado empieza a dar auténtica grima. Un zombi más y en vez de pactar con Ciudadanos van a tener que pactar con Fairy. Igual que en aquella temporada de The Walking Dead (creo que era la segunda) en que un pobre granjero almacenaba a los muertos andantes de la familia en un almacén, a la espera de una cura quimérica, Esperanza Aguirre fue haciendo acopio de corruptos en la Comunidad de Madrid como si quisiera inaugurar un circo de cadáveres o batir un récord mundial de lepra.

Así está el organigrama a día de hoy: a rebosar de muertos vivientes. Hay tal cantidad de ellos, y tan juntos, que parece que estuvieran bailando un chotis. Música no les falta y horchata tampoco. Entre los que optaban por ver si se devoraban entre ellos y los que aguardaban a ver si había suerte y la mierda se evaporaba sola, la puerta del almacén reventó y se extendió la podre.

En España somos más tolerantes y humanos con la corrupción que en las películas de George A. Romero: allí prefieren la amputación y aquí la imputación. El número 7 de la lista de Cifuentes iba imputado antes de las elecciones pero la justicia anduvo rápida y le desimputó a los tres o cuatro días, justo antes de que le empezara el telele (de ahí que Cifuentes haya dicho que "la justicia funciona"). En Madrid, Albert Rivera se halla ante la encrucijada de enviar a sus delegados a pactar con un hacha, con una pinza en la nariz o con un camión de la basura. Todo podría pasar. Lo que está claro es que como vaya en pelotas, al estilo de aquel cartel en que lo enseñaba todo excepto la ideología, esta vez coge el moquillo.

Estos pocos meses antes de las elecciones generales pueden ser muy divertidos, sobre todo en Génova, donde los no imputados van con un mosqueo tremendo, apartando zombis con un palo, mientras las gaviotas, desatadas en plan Hitchcock, ya bajan a picotear y a llevarse trozos de carne muerta en el pico. Mariano ha prometido nuevas caras para la temporada de verano-otoño, pero no hay muchos neumáticos sin quemar en boxes. A Wert iba a reemplazarlo primero con Cospedal y luego con Lucía Figar, pero visto lo visto, quizá lo mejor sería llamar directamente a José Luis Moreno. El cual, si todavía sigue en el negocio de la ventriloquía, podría formar otro gobierno al completo y ni siquiera habría que tocar a Montoro. Lo más probable es que Mariano, finalmente, tenga que reemplazar unos zombis por otros, unos muertos por otros, igual que en aquel chiste de Jaimito en que la profesora anunciaba por fin un cambio de calzoncillos, los niños gritaban ¡bien!, y entonces la profesora decía: "Juanito con Pepito, Jorgito con Jaimito, etc." Menos mal que a última hora también han imputado a Tania Sánchez, para que al menos el marcador no se quede a cero.