Punto de Fisión

Aguirre que no cesa

Decía Spinoza que todas las cosas quieren perseverar en su ser, pero llega a conocer a Aguirre y apostilla que tampoco hay que pasarse. Aguirre persevera y persevera, no ceja ni en verano ni en invierno, como esas muñecas de Famosa que se dirigen al portal, que llegarán allá por navidades pero sin perder comba en todo el año, que se mueven sin necesidad de electricidad ni de pilas y que dan más miedo que Terminator. Con Aguirre da la impresión de que, más que al auge y al ocaso una carrera política, estamos asistiendo a la franquicia interminable de una saga de terror, las sucesivas entregas de Aguirre 13, Aguirre en Elm Street, La Aguirre de las galaxias y Loca Academia de Aguirre. De esta última han salido los spin-off de la Púnica y los gremlins de la Gürtel. Que huelen cuando se mojan.

Hay un momento en esas películas en que el villano resucita innecesariamente, ya sea con la cabeza cortada, el pellejo chamuscado o el chasis hecho unos zorros. Alien o Jason o Freddy se yerguen invencibles desde la pantalla bajo un fondo de violines para intentar asustar al respetable que ya bosteza, porque se lo sabe de antemano y porque empieza a ponerse cansino el tema. Sin embargo, Aguirre confía en que los suyos todavía la aplaudan y le tiren palomitas, lo mismo que a George Lucas, que lleva tres películas de más y amenaza con regurgitar otras catorce. Que Joda hace mucho que rebasó la edad de jubilación, R2D2 parece un robot de cocina y C3PO una freidora.

No contenta con que la prensa amiga (suya) le haya amargado las vacaciones a Manuela Carmena (insinuando que iba a hacerle la competencia al palacio de Marivent o que estaba despoblando sin pudor la flora mediterránea para adornarse un pareo), Aguirre no para de inventar y ha intentado el enésimo tamayazo de su carrera. Ha tentado cristianamente a Carmona, que caminaba por el desierto del ostracismo político y al que le suena en el bolsillo el tamayazo de Aguirre como esas llamadas intempestivas de compañías móviles:

-¿Seguro que no puedo ofrecerte nada, chato?

-No.

-Mira que hoy lo traigo fresquito. No seas tonto, que en un pispas te cambio de tarifa.

-Que no.

-¿He dicho pispas? Quería decir pim pam. Pim pam, propuesta.

-¡Que no, hostias!

-Ay, hijo, tampoco hay que blasfemar.

Aparte de su natural terquedad, no ha sido muy inteligente acompañar la oferta de trabajo de una coletilla setentera: "Con Carmona es suficiente". Que sonaba más bien a receta de cocina, "Con Carmona basta", como si Carmona fuese el sustituto de Dick van Patten, que falleció en junio de este año dejando ocho hijos huérfanos. En realidad, lo que más le molesta a Aguirre no es que Manuela le haya usurpado la alcaldía, sino que Isabel Preysler le haya quitado a Vargas Llosa. La respuesta de Carmona ha sido especialmente hiriente porque en un circo Aguirre nunca soportaría ser la taquillera.

 

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