Punto de Fisión

Lo juro por Mariló

A los trabajadores del ente público RTVE lo de la invitación a la jura de bandera les ha pillado con el pie cambiado. Y no había nada peor, al menos en mis tiempos del servicio militar en Burgos, que desfilar con el pie cambiado. Esa falta de compás hacía temblequear toda la formación y el responsable se podía quedar sin permiso. Por eso los reclutas desfilábamos siempre con un ojo al frente y otro al suelo para no perder comba con los de al lado y, claro, así no había manera de sentirse español porque parecíamos todos Fernando Trueba.

Incluso esa espasmódica necesidad de mirar de reojo al compañero nos hermanaba a todos en un frente común, ya que una de las principales funciones del ejército es amasar una multiplicidad de hombres en un solo uniforme, una sola unidad y una sola voluntad: la de arriba. Para ello, cuanto menos destaquen los individuos, mejor. De hecho, yo no empecé a entender de verdad a Hegel hasta que me vi rapado al cero, con el petate al hombro, debajo de la entrada del Cuartel de Ingenieros:" Todo por la Patria".

Uno de los detalles donde fallan incluso las mejores películas sobre adiestramiento militar es la presentación por alturas, de manera que los más altos siempre desfilan al frente y los más bajos al final, tras una gradación tan sutil que apenas se nota uno a uno. Debe de ser también para que los disparos vayan haciendo su propia selección natural: por algo llegó Napoleón a emperador y Franco a general, con apenas más de metro y medio cada uno. Incluso el pelotón de La chaqueta metálica, de Kubrick, al formar con el elenco principal al frente, da la impresión de un batallón de Pancho Villa.

La invitación a la jura de bandera proviene del Regimiento de Transmisiones 22, en Pozuelo de Alarcón, muy cerca del Prado del Rey, el mismo lugar de donde partieron el 23 de febrero de 1981 las tropas que ocuparon las instalaciones de RTVE. Ahora las cosas han cambiado mucho y en lugar de que los militares invadan el ente público, se invita amablemente al ente público a que se sume a una ceremonia militar. No se les pide que mueran por la patria: bastará con que mientan por ella. Total, es lo que llevan haciendo cuatro años, telediario a telediario e informativo a informativo. El ente público RTVE es un nombre que suena muy bien para participar en un desfile, entre la División Acorazada Brunete y el Regimiento de Transmisiones 22. Sería bonito que los trabajadores formasen para la jura según categorías y funciones, primero los cámaras, las maquilladoras, los operarios de sonido; después los guionistas, los montadores, los realizadores; y al final, en el lugar de honor, Mariló Montero, Bertín Osborne y José Luis Moreno con todos sus muñecos. Oh Mariló, mi Mariló.

 

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