Del consejo editorial

La generación recuperada

ANTONIO IZQUIERDO

Al cabo del segundo año de aplicación de la Ley de la Memoria Histórica (LMH) se puede hablar de la generación recuperada (GR). Los descendientes de la emigración española que ya han depositado su solicitud rozan los 300.000 y llegarán al medio millón. Conocemos la naturaleza de su demanda y dónde están.

Empecemos por las cifras. A lo largo de 21 meses de aplicación de la LMH, se han depositado más de 278.000 expedientes y se puede estimar que, al final de este segundo año, el número de solicitantes superará los 300.000. Dado que sólo el 7% de los casos resueltos ha sido denegado, se estima que la GR rondará los 500.000 miembros al término del tercer año de vigencia. La injusticia principal se comete con las abuelas emigrantes que, como madres, pudieron trasmitir la vida pero no la nacionalidad. La inmensa mayoría de esta GR vive en Latinoamérica (95%), sobre todo en Cuba, Argentina, México y Venezuela. Del resto del mundo sólo los descendientes de españoles que residen en Francia y Estados Unidos resultan numéricamente significativos. Si compara el lector los 110.000 cubanos y los 70.000 argentinos con los 4.000 franceses, podrá concluir que la generación recuperada es global, pero tiene un fuerte acento latinoamericano. Se deduce, de su distribución geográfica, que dominan los nietos de la emigración laboral (90%) frente a los del exilio (8%), aunque, a los últimos, la dificultad de probar la persecución les haya obligado a cambiar de vía para obtener la nacionalidad. El pico que falta son los que, habiendo adquirido la nacionalidad española, ven ahora la oportunidad de conseguirla "por origen" para así poder legarla a sus descendientes. La generación recuperada la forman, principalmente, los hijos de los que emigraron en busca de trabajo.

Si por generación entendemos aquellas personas que experimentan un mismo acontecimiento en un momento intenso, entonces pertenecen a ella todos los que recuperan la nacionalidad española mediante esta ley, sea cual sea su primera nacionalidad, lugar de residencia y fecha de nacimiento. Muchos de ellos han formalizado asociaciones en sus respectivos países, pero su gran vínculo transnacional de información y comunicación es Internet. Forman una generación internacional, de españoles compartidos, que se naturalizan en un período crítico. Una ciudadanía multinacional que ha sido producida por la familia, el derecho, la historia y el recuerdo. Una alegría en tiempo de tribulación.
Antonio Izquierdo es catedrático de Sociología

Más Noticias