Del consejo editorial

2010: más de lo mismo

LUIS MATÍAS LÓPEZ

Una petición a Santa Claus, Papá Noel, el Viejito Pascuero, los Reyes Magos y el sentido común de los italianos: que se vaya Berlusconi. O que le echen". Así concluía hace 12 meses un Dominio Público. Pero Il Cavaliere sigue en el poder, gracias a sus escandalosos malabarismos. Un buen ejemplo de lo que ha sido 2010. Más de lo mismo, y cosa de dos: EEUU y China. Una superpotencia en declive y otra que pide paso, con India al acecho.
Síntomas de los límites del imperio ganador de la Guerra Fría: el fracaso de la mediación en el diálogo israelo-palestino, la incapacidad para ganar una guerra en Afganistán que incendia el Pakistán nuclear, y la explosiva situación política y de seguridad en Irak pese a la retirada de las tropas de combate norteamericanas. Mientras, se difumina la agenda progresista de Obama, humillado por los republicanos en las elecciones de mitad de mandato. Sigue la vergüenza de Guantánamo, se rebajan impuestos a los más ricos, se tambalea la tímida reforma sanitaria... Una huella solitaria de la esperanza que suscitó el primer presidente mulato ha sido el fin de la discriminación a los homosexuales en el ejército.

Síntomas de la emergencia china: el sorpasso a Japón para ser la segunda economía mundial y a Alemania para convertirse en el primer exportador, el papel clave de la compra de deuda norteamericana y europea para evitar el colapso financiero, los amagos expansionistas en el mar del Sur de China y la influencia para frenar la paranoia bélica de los Kim norcoreanos, tras el hundimiento de un navío del Sur y el bombardeo de una isla fronteriza.
Entre tanto, Europa es cada vez más irrelevante en el mundo. El euro peligra tras el rescate de Grecia e Irlanda y la amenaza a Portugal y España, el Estado del bienestar retrocede, forzado (nos dicen) por los mismos mercados que nos acercaron al abismo. En Reino Unido, una coalición impone la agenda de un socio y desnuda al otro. En España, Zapatero se suicida políticamente con recetas de la derecha liberal, y el probable relevo augura aún más sangre, sudor y lágrimas. En Rusia, por fin, Putin y Medvédev se burlan del Estado de derecho y discuten el reparto del pastel en 2012.
Con perspectivas tan negras, habrá que renovar la petición a Papá Noel y sus colegas sobre Berlusconi, y añadir otra: que Wikileaks siga ilustrando la prepotencia del imperio.

Luis Matías López es periodista

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