Deporte Digital

Rudy aterriza como una estrella

[youtube sGbBcGv4yyo]

Vestido de negro y con cara de susto llegaba hoy Rudy Fernández al aeropuerto de Portland. Nada más salir por la puerta con sus maletas cientos de aficionados de los Blazers le coreaban con gritos ensordecedores: "Rudy, Rudy". El pobre Rodolfo alucinaba. Ni se imaginaba la acogida que iba a tener. Pero en EEUU ya es una estrella sin haber pisado todavía el Rose Garden. Hace unos meses se despedía de Badalona con lágrimas en los ojos y hoy ha sido recibido en una tierra desconocida por todo lo alto. La página web de los Blazers también le dedica hoy especial atención al escolta español. En la misma aparece Rudy vestido de corto, con el rojo de Portland, sonriente y con un balón entre las manos. Ya es uno más.

El baloncesto mueve masas en EEUU y todavía está reciente la final de los Juegos Olímpicos. Aquel mate magnífico de Rudy a Howard en Pekín dejó con la boca abierta a los que no le conocían. Los habitantes de Portland se frotaron las manos. Habían fichado a un jugadorazo, uno de esos que les gustan, que levantan a una grada.

Rudy pensaba que iba a aterrizar como el estudiante Erasmus que sale por primera vez de España y no sabe lo que se va a encontrar al bajar del avión. Nada de eso. El calor de los aficionados le emocionaron. En la rueda de prensa posterior reconocía que lo primero que se le pasaba por la cabeza en ese momento era irse directamente a entrenar para devolver todo el cariño que había recibido. Ya se cansará de pasar horas en la cancha y en el gimnasio.

Pero la realidad podría despertarle pronto del sueño americano. El nuevo '5' de los Trail Blazers no lo va a tener fácil, ni mucho menos. Comparte puesto de escolta con la estrella del equipo, Brandon Roy. El entrenador Nate McMillan ha advertido de que los dos pueden ser compatibles pero el español va a tener que pelear muchísimo para hacerse un hueco en el quintento titular de un conjunto que aspira otro año más a estar entre los grandes. Rudy ya conoce la experiencia de Sergio Rodríguez, al que tendrá como compañero inseparable. La NBA puede ser un escaparate perfecto, pero se puede convertir en un muro casi imposible de traspasar.

Más Noticias