Desenredando

Tener una amiga negra no te libra de ser racista

"¡Cómo voy a ser racista, si tengo una amiga negra!". Si alguna vez has dicho esto, o lo ha dicho alguien a quien conoces, quédate a leer. Hoy quiero desenredar por qué tener como amiga a una persona negra no te libra de ser racista.

La frase con la que abro el artículo de hoy es una de las justificaciones que algunas personas blancas usan cuando se les señala una conducta racista, y hoy quiero hablarte de por qué este argumento es un sinsentido supremo y no tiene nada que ver con ser racista o ser antirracista. De hecho, usar esta frase como salvavidas demuestra que la persona que la usa no entiende cómo opera el racismo.

Tener una amiga negra no te libra de ser racista
Daniel Kaluuya interpretando a Chris Washington en una escena del thriller "Déjame salir".

Hay una cosa que tiene que quedar clara de una vez por todas: las personas negras no somos una estructura homogénea con pensamiento único. Igual que no lo son todas las personas blancas. Y si, para las personas blancas, te parece absurdo creer que todas pensáis igual, no apliques esa misma insensatez a colectivos diferentes del tuyo. No tenemos un pensamiento único y no estamos de acuerdo en todo. Por lo tanto, el hecho de que tu amiga negra te deje decir racistadas o no te las señale, por ejemplo, no implica que cualquier otra persona negra te las vaya a consentir. De hecho, hay una cantidad enorme de motivos que pueden causar que tu amiga negra no te señale tus racistadas. Veamos algunos ejemplos:

  • Puede ser que te considere muy buena persona y, en compensación, le reste importancia al hecho de que alguna que otra vez digas algo racista.
  • Puede ser que uses mucho una expresión determinada y que a ella no le moleste en particular, y por eso no diga nada cuando usas esa expresión en concreto.
  • Puede que tu amiga negra tenga su propia lucha interna con su racismo interiorizado y no identifique como racistas tus conductas racistas.
  • Puede que tu amiga negra se sienta incómoda señalándote tu racismo y no quiere tener esa conversación contigo, porque hablar sobre racismo es muy complicado siempre, y cuanto más cercana es la persona, más difícil es.
  • O puede ser que te estés tirando el rollo y esa amiga negra que dices tener y a la que recurres para librarte cuando te señalan tu racismo no se considera tan amiga tuya como crees.

(Inciso: en estas me vi yo una vez. Una persona negra señaló un comportamiento racista a una persona, y esa persona le dijo que no era racista, que hablaba mucho conmigo.  Cuando eso llegó a mis oídos, me sorprendí, porque esa persona y yo intercambiamos un único comentario en una publicación de Instagram; así que esa persona blanca me contaba como su amiga negra cuando en realidad no lo soy).

Visto esto, no uses a tu amiga negra como excusa para ser racista, chiqui. Eso está feo.Sigamos.

No ser racista requiere mucho más esfuerzo que relacionarte con personas negras.

Hablemos de privilegios.

Voy a ser más específica. Hablemos del privilegio blanco, que es el que nos ocupa en este artículo. Y especifico porque tengo muy claro que muchas personas estamos afectadas por diferentes opresiones que nos atraviesan, pero también ostentamos determinados privilegios. Deberíamos entender que tener privilegios no nos convierte automáticamente en malas personas. Es lo que hacemos con esos privilegios los que nos convierte en un tipo u otro de personas. Así que esos privilegios pueden usarse para luchar, cambiar y mejorar las cosas desmantelando diferentes sistemas de opresión. Bien, tu blanquitud es un privilegio que, en esta sociedad, te da acceso a un trato que las personas negras no tenemos. Ese trato del que te beneficias atiende al racismo sistémico, que favorece a las personas blancas en detrimento de las personas negras.

¿Qué quiero decir con esto? Que te beneficias del racismo mucho más allá de lo que eres consciente. ¿En qué sentido? En un mayor acceso a puestos de trabajo; en el hecho de encontrar pisos de compra o alquiler sin dificultades; en poder pasar por los controles de seguridad de los aeropuertos sin que te detenga la policía para el control aleatorio; en el hecho de entrar en una tienda y que el personal de la misma o su equipo de seguridad no te persigan hasta que salgas...

No uses a tu amiga negra como comodín para seguir siendo racista

Todo esto, chiqui, es racismo estructural y está muy arraigado en nuestra sociedad. De hecho está tan arraigado que la mayoría de personas blancas lo consideran inexistente porque pasa desapercibido para ellas. Así que, lejos de lo que crees, el racismo va mucho más allá de agredir verbal o físicamente a una persona negra. Ya, tú nunca lo harías, pero eso no quita que esta sociedad supremacista blanca te otorgue unos privilegios determinados.

Así que ya lo ves. No basta con que tengas una amiga negra. Ni siquiera basta que tengas en tu círculo a varias personas negras. Usa tus privilegios para oponerte a la opresión estructural que supone el racismo. Si quieres consejos sobre cómo hacerlo, lee este artículo. Como persona blanca es tu deber romper el status quo racista para conseguir una sociedad mejor; pero, insisto, te hará falta mucho más que tener amigas negras.

Voy a seguir dándote motivos por los que tener una amiga negra no te libra de ser racista. Cuando una persona negra te dice que algo es racista, probablemente lo sea. Créeme. Yo no señalo conductas racistas por gusto. Básicamente porque soportar la fragilidad blanca que se desata es devastador para mí a nivel emocional.

Así que recuerda esto: con lo costoso que nos resulta señalar el racismo, si señalamos algo como racista, probablemente lo sea. Y el hecho de que tú no supieras que eso que has dicho/hecho es racista no quiere decir que no lo sea. Lo es, no lo sabías, pero ahora ya lo sabes. El hecho de que te señalen tu racismo te da la oportunidad de hacer mejor las cosas, de ser mejor persona, que es de lo que se trata, ¿no?

Así que, por más vergüenza que sientas (y está bien que la sientas), date la oportunidad de aprender y rectificar ese comportamiento. Tus amistades negras lo agradecerán. Porque si no, te convertirás en esa persona racista y sin remordimientos por serlo que, además, usa a su amiga negra como comodín para seguir siendo racista.

Voy a cerrar este artículo con esas comparaciones que tanto gustan. ¿Qué pensarías del hombre cisheteromachista quien, tras señalarle una actitud machista, te dijera "yo no soy machista; tengo madre/esposa/hijas y la/s quiero mucho"? ¿Le creerías? Seguramente no. Seguramente pensarías en que ese es un pretexto de mierda para no revisarse su machismo, y posiblemente le dirías que es una justificación del todo ilógica, ¿verdad? Pues puedes empezar a hacer lo mismo con las personas blancas de tu entorno que jueguen la carta del "tengo una amiga negra" para justificar su racismo... o revisarte si eres tú quien suele decirlo.

 

Más Noticias