Dominio público

La nueva Guerra Fría que puede convertirse en caliente entre EEUU y la UE contra Rusia

Vicenç Navarro

Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University

Leyendo la prensa española (lo cual hago cada mañana, junto con la prensa extranjera) me sorprende y preocupa que parece no haber conciencia en España de que se está creando una situación, con la reavivación de la Guerra Fría, que puede desembocar en un conflicto bélico entre EEUU y sus aliados (y muy en particular la Unión Europea) por un lado, y Rusia por el otro. En este momento, la mayoría de los medios españoles presentan lo que ocurre en Ucrania como un conflicto entre el gobierno ucraniano y unos secesionistas que se presentan como marionetas del gobierno ruso presidido por Putin, al cual se define como un ser casi patológico, caracterizado por sus ansias imperialistas, que es capaz de enormes maldades, como facilitar el derribo de un avión civil cuando atravesaba el territorio ucraniano. De esta manera, los medios, dóciles ante el poder, están haciendo su labor guerrera movilizando a la opinión popular para reafirmar esta visión, como hicieron durante los años de la Guerra Fría, que creíamos que había terminado.

Esto nos ha llevado a una situación en la que uno de los analistas estadounidenses más creíbles, estudioso de la Unión Soviética de antes y de la Rusia de ahora, el profesor Stephen F. Cohen, acaba de escribir un artículo alarmante, "Patriotic Heresy vs. the New Cold War"  en la revista The Nation (27.08.14), en el que indica que "nunca habíamos llegado a una situación de enfrentamiento tan clara entre EEUU y Rusia desde la crisis de los misiles en Cuba del año 1962 (...) de manera que no es inimaginable que pudiera haber una guerra entre los ejércitos de la OTAN, dirigidos por EEUU, y Rusia. En realidad, la situación es más peligrosa incluso ahora que entonces".

El profesor Cohen lleva razón.Leyendo los mayores medios de información extranjeros, se tiene esta sensación de que estamos ya en un momento enormemente peligroso y preocupante. En España, la mayoría parece repetir el mensaje dominante de que hay que parar el imperialismo ruso, repitiendo los mismos eslóganes y narrativas que cuando hablaban del imperialismo soviético. En toda esta campaña propagandística se ignoran muchos hechos, entre los cuales los más notables son:

1. No es Rusia la que tiene bases militares rodeando todo el territorio estadounidense con misiles apuntando a EEUU. Mire el mapa y se verá que no hay bases militares rusas alrededor del territorio estadounidense. Mire ahora el territorio alrededor de Rusia y verá que está rodeada de bases militares con misiles y bombas nucleares, por todas partes de la frontera: Norte, Centro y Sur. Es Rusia, no EEUU, quien tiene  razones para estar más que preocupada. Es EEUU el que está cercando más y más a Rusia. No a la inversa. Esto, que es obvio, es silenciado en los medios españoles.

¿Quiénes son más responsables por las tensiones?

2.  Quien inició las tensiones en Ucrania no fue Rusia, sino EEUU, en cuyo gobierno hay fuerzas muy poderosas, tanto en el Departamento de Estado como en el Pentágono, que quieren que Ucrania se integre en la OTAN. No se puede entender lo que ocurre en Ucrania sin entender lo que está ocurriendo también en EEUU. En este país hay un agotamiento y rebelión de la población frente al enorme coste que supone la continuidad de guerras y conflictos bélicos que se realizan, con un gran coste humano, incluyendo el bienestar de las clases populares de EEUU. El gobierno federal es el Estado más armado del mundo y es, a la vez, el que ofrece menos seguridad y protección social a sus ciudadanos: EEUU tiene el Estado del Bienestar menos desarrollado de los países de la OCDE (el grupo de países más ricos del mundo). La política del Presidente Obama de deshacerse de las guerras de Irak y Afganistán y su gran resistencia a iniciar otros conflictos bélicos se debe precisamente al rechazo popular a añadir más guerras al largo historial de conflictos bélicos que caracterizan la política exterior de EEUU.

Hoy la industria armamentista y el complejo político que sustenta (que el Presidente Eisenhower denunció en su día como Complejo Industrial Militar) está a la defensiva porque su mayor justificación –la lucha contra la Unión Soviética- ha desaparecido. Tal complejo está ahora intentando por todos los medios que la OTAN continúe expandiéndose a fin de justificar su poder dentro de EEUU. Y Ucrania es la oportunidad. Los belicistas de la Guerra Fría continúan ejerciendo una gran influencia en el Departamento de Estado y en el Pentágono.

3. Uno de estos personajes, heredado de la Administración Bush, es quien dirige la Oficina Europea del Departamento de Estado (equivalente al Ministerio de Asuntos Exteriores) del gobierno federal de EEUU. Se trata de Victoria Nuland, que dirigió la ayuda al golpe en contra del gobierno democráticamente elegido en Ucrania, desplazándose hasta allí, y que, junto con el Embajador de EEUU, estuvo en la plaza Maidan, simbolizando el apoyo al nuevo gobierno que no había sido elegido y cuyas primeras medidas eran claramente hostiles hacia la población rusa que vive en grandes regiones de Ucrania, nombrando también, en puestos claves del gobierno, a militantes nazis herederos de los partidos que habían apoyado la invasión nazi de la Unión Soviética. Imagínese por un momento qué hubiera ocurrido si la persona encargada de asuntos estadounidenses en el gobierno ruso hubiera ido a la plaza de Nueva York donde se inició el movimiento Occupy Wall Street y hubiera animado a los rebeldes estadounidenses a tomar el gobierno federal en Washington. ¿Cree que el gobierno federal de EEUU (rodeado en esta analogía por bases militares con misiles y bombas nucleares en Canadá, en Méjico, en Honduras, en Guatemala o en Bermudas) permanecería pasivo? ¿Quién es el responsable de las tensiones?

No se están respetando pactos que se habían realizado

4. Cuando la Unión Soviética se disolvió, hubo un acuerdo de que la OTAN no se expandiría hacia el Este y quedó claro que Ucrania no se integraría en la OTAN. Esto está claro, e incluso la Sra. Merkel, presionada por los cancilleres Khol y Schmidt, lo ha reconocido. ¿Por qué, entonces, no se denuncia que el Secretario General de la OTAN, siguiendo los deseos de los belicistas del Departamento de Estado y del Pentágono, haya invitado al gobierno ucraniano a que se integre en la OTAN? ¿No ven que esto es un acto de provocación enorme a Rusia?

5. Los supuestos secesionistas y títeres pro rusos no fueron secesionistas en sus orígenes, pues pedían el desarrollo de una Ucrania federal, lo cual es lógico, pues aquel país está compuesto de varias naciones. La intolerancia  del gobierno de Ucrania para negociar esta posibilidad es lo que está llevándoles a posturas secesionistas. Y el hecho de que no son títeres se evidencia en que en varias ocasiones no han seguido los deseos del gobierno Putin. Cuando Putin, creyendo que representaba sus puntos de vista, llegó a una serie de acuerdos que no habían sido consultados con ellos, los supuestos títeres se distanciaron de los acuerdos. En realidad, aunque hay una gran variedad de sensibilidades entre los pro rusos, una gran parte son movimientos de izquierdas herederos de los luchadores antinazis, con un gran componente comunista. Una de las primeras medidas que impuso el nuevo gobierno ucraniano fue precisamente la prohibición del Partido Comunista ucraniano. Lo último que desea Putin es la reavivación del comunismo en Rusia (Léase Elena Koroleva, "Ilegalización del Partido Comunista de Ucrania, una peligrosa farsa en tiempos sangrientos", Rebelión, 28.02.14).

6. No está claro lo ocurrido con el vuelo 17 de Malaysia Airlines el día 17 de julio de este año, sobre territorio ucraniano. El gobierno federal ha acusado a los rebeldes pro rusos de haber derribado el avión con armas obtenidas del gobierno Putin, lo cual podría ser, pero no se han presentado pruebas que lo confirmen. Los rebeldes pro rusos lo niegan y también lo niega el gobierno Putin y han provisto información, mostrando como el avión se había desviado de la ruta normal y que estaba siendo seguido a una distancia de 3 o 4 kilómetros por un avión militar perteneciente a las fuerzas aéreas del gobierno ucraniano. El gobierno ruso ha pedido que se haga una investigación internacional, petición que no ha obtenido respuesta ni del gobierno ucraniano ni del gobierno federal de EEUU.

La absurdidad de demonizar a Putin

7. La demonización del Sr. Putin es parte de una campaña propagandística que sigue los pasos de un libro de texto de la guerra en los medios de información, pero está dificultando enormemente la comprensión y la solución del problema. Es interesante señalar que algunos de los mayores arquitectos de a 1ª Guerra Fría están ahora en contra de esta 2ª Guerra Fría, considerándola negativa para los intereses de EEUU. Están subrayando que esta demonización de Putin está estimulando que se reavive la alianza geopolítica Rusia-China que amenaza al gobierno de EEUU. Algunas de las voces más críticas de esta demonización de Putin son nada menos que Henry Kissinger, el Sr. Jack Matlock, el embajador de EEUU en la Unión Soviética en la época de Reagan, y la senadora Dianne Feinstein, Presidenta del Comité de Inteligencia del Senado de EEUU, que han indicado que  esta campaña de demonización de Putin y del gobierno ruso va en contra de los intereses de EEUU. Aunque en su lenguaje, intereses de EEUU quiere decir intereses del mundo empresarial estadounidense, la realidad es que esta 2ª Guerra Fría está también perjudicando enormemente (como también lo hizo la 1ª Guerra Fría) el bienestar de las clases populares de EEUU y de Europa, además de las clases populares de Ucrania.

La Unión Europea debería oponerse a esta situación. Como ya indiqué en otro artículo, he criticado extensamente a la Unión Soviética, hasta tal punto que mis libros fueron prohibidos en aquel país durante el gobierno soviético. Y también he escrito críticamente sobre el gobierno Putin, denunciando la falta de libertad y democracia en aquel país. Pero es un suicidio continuar con la estrategia actual, porque el comportamiento del gobierno Putin es lógico y racional y responde a las provocaciones, que, por desgracia, vienen del Oeste.

Debería poder establecerse un Estado federal en Ucrania que incluyera las diferentes naciones y culturas dentro de un país que podría ser, como Finlandia, incluso miembro de la Eurozona si así lo deseara (con los costes que ello implicaría), pero sin pertenecer a la OTAN, cuya desaparición, por cierto, sería un paso positivo para relajar la tensión internacional. Hasta ahora, las intervenciones de la OTAN y/o de las fuerzas militares de EEUU y de las UE en Irak, Libia y Siria han sido auténticos desastres. Hoy, las fuerzas terroristas en cada uno de estos países representan un peligro mucho mayor que antes de que intervinieran. ¿Que no se dan cuenta?

Una última nota personal

8. Una última nota personal. Recibo con cierta frecuencia notas de los lectores de mi blog que, al leer artículos con noticias que no leen en la prensa diaria, me piden que escriba en tales medios para que alcancen una mayor difusión. Agradezco el halago de estas notas, pero, francamente, me irritan, pues parecen desconocer su país. Que mis escritos no aparezcan en los mayores medios no es porque yo no lo desee sino porque no los publican. Les rogaría que, en lugar de escribirme a mí, escriban y denuncien a los medios por vetarme a mí, entre otros, que presentamos visiones críticas con la sabiduría convencional. Como bien dice mi amigo Noam Chomsky en EEUU, el veto de las voces críticas es, por desgracia, una muestra de que llevamos razón. La dictadura mediática (que es incluso más acentuada en España) es el mayor defecto y debilidad de la democracia. Por desgracia, todavía no hay plena conciencia a nivel de la calle de la existencia de esta dictadura. A aquellas personas que crean que estoy exagerando, les invito a que me digan dónde, en los mayores medios de información españoles, aparecen los datos y observaciones que aparecen en mis escritos sobre Ucrania, incluyendo éste. Y verán que prácticamente en ninguno. Así es España.

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