TONI RAMONEDA
El lunes 4 de abril, la prensa francesa se hacía eco de las proposiciones programáticas del Partido Socialista (PS) de cara a las elecciones presidenciales de 2012. Según Guillaume Bachelay, uno de los redactores del documento, la razón de sus derrotas en 2002 y en 2007 residió en la falta de "un proyecto de sociedad inscrito en una narración nacional y europea", lo que, dicho de manera más simple, significa que su partido careció de ideología. Al día siguiente, Michel Rocard, ilustre socialista y antiguo primer ministro francés, reconocía que el avance programático de su partido es una buena caja de herramientas para su futuro candidato.
Compaginar las herramientas políticas con la ideología es lo propio de una campaña electoral, y para plasmar esta articulación están lo que denominamos programas electorales. Se deduce, por lo tanto, que el PS ya está en campaña. Le falta un candidato y todavía no tiene programa (sólo una caja de herramientas), pero para ello servirán las elecciones primarias, en las que cualquier ciudadano podrá votar en función de los programas definidos por los candidatos. Martine Aubry (secretaria general del partido), François Hollande (antiguo secretario general) y Dominique Strauss-Khan (actual director del FMI) son los más citados, pero no se descartan sorpresas.
Elegir a un candidato mediante el voto de los ciudadanos se presenta, desde el PS, como una forma de proponer un tipo de sociedad en la que deben primar las decisiones colectivas por encima de las designaciones individuales. A su vez, marcar los tiempos de la contienda electoral mediante un avance programático, las declaraciones de candidatura, las elecciones y la investidura del nuevo candidato implica la construcción paulatina de una narración acotada a la realidad nacional francesa. El proyecto de sociedad y la narración nacional convergen así en lo que llamamos democracia participativa. Algo que, por cierto, introdujo en este partido Ségolène Royal durante la última campaña electoral.
Puede serlo a condición de no caer en un puro ejercicio de sentido común: actuar por sentido común es hacerlo sin dogma ni ideología, simplemente según lo que requiere cada situación que se nos plantea, y ello implica, aunque parezca paradójico, dos consecuencias que son portadoras de ideología. La primera es la que atribuye una preferencia al saber intuitivo frente al saber construido, es decir, que cualquier decisión natural (no mediatizada por el saber humano) será siempre preferible a la decisión humana. De ahí la fuerza de la religión en la ideología neoconservadora. La segunda es que la acción debe regirse por el principio de inmediatez y de concreción: el sentido común no puede aplicarse ni a largo plazo ni de manera general. De ahí la volubilidad de los mercados financieros.
De este modo, si la democracia participativa consiste sólo en dotar a la sociedad de mecanismos de gestión y de cooperación ciudadana, es posible que se creen escuelas, guarderías, bibliotecas y teatros (a condición de que así lo dicte el sentido común, con sus mercados y sus agencias de notación), e incluso es posible que el Partido Socialista gane las elecciones en Francia. Es posible también que se cree cierto fervor político, con sus eslóganes ganadores y sus exigencias utópicas. Pero también es más que posible que todo se desvanezca al poco en el aire –cuando los dictados comunes, los mercados y las agencias así lo aconsejen– y que la democracia participativa en sí misma se convierta en un mero mercado de productos políticos más o menos frescos. Contra eso debería posicionarse el proyecto socialista: contra el sentido común.
Toni Ramoneda es doctor en Ciencias de la Comunicación
Ilustración de José Luis Merino
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>