Dominio público

Una izquierda que no se dio cuenta...

Félix Taberna

FÉLIX TABERNA 

caperucitablog.jpgLa izquierda alternativa no pasa por sus mejores momentos. Al desolador resultado electoral sufrido en España hay que agregarle el resultado de las elecciones italianas y el anterior proceso de las presidenciales francesas. La izquierda alternativa en España, Italia y Francia, con diferentes sistemas electorales y en contextos políticos diversos, se halla en la encrucijada ante apoyos electorales que no rebasan el 4%.
Mal de muchos, no es consuelo de tontos, es epidemia. El debate se debe abrir en profundidad. Un debate a tumba abierta, nunca mejor dicho. Que, sin prejuicios ni ataduras, sirva para buscar la mejor herramienta y el mejor proceder de vehiculizar el pensamiento de la izquierda alternativa en la sociedad y en las esferas de la política, hoy alejadas. En definitiva, pensar y repensar cómo volvemos a entrar en la política. No nos dimos cuenta de lo que estaba pasando a nuestro alrededor y ahora nos toca hacerlo forzados por la realidad.
Por ello, es un error, en el caso de IU, atrasar la Asamblea al mes de noviembre; en Italia la han convocado para julio. Con ello, sólo se consigue atrasar el futuro y permanecer en el pasado. Asimismo, no es hora de cobrar facturas pasadas, sino, más bien, de mirarnos al espejo. De hacer inventario de nuestro patrimonio, de nuestras personas, ideas y responsabilidades institucionales; de percibir nuestros errores; de construir herramientas más eficaces. Apostando por la renovación, a fondo.
Soy consciente de que la palabra renovación adquiere en demasiadas ocasiones un concepto mágico, taumatúrgico, y que a veces es empleada al uso de la novela Gatopardo de Lampedusa: Algo debe cambiar para que todo siga igual.
Desde mi punto de vista, muchas cosas deben cambiar. Debemos ser capaces de construir una nueva organización. Una organización política adaptada a la cultura del siglo XXI. Comprometida, a la vez que cómoda. Ágil, a la vez que participativa. Reflexiva, a la vez que actual. Plural, a la vez que amable. Una nueva construcción organizativa cuya base sea el empoderamiento por parte de todos y cada uno los miembros del colectivo.
Nuestra potencialidad se encuentra en la participación directa y democrática no sólo de los afiliados y afiliadas, sino también de nuestros electores. No se trata de constituir un asamblearismo permanente, donde los más tenaces triunfen. Se trata de construir conceptual y operativamente una organización donde el que es miembro participe decidida y decisoriamente.
Para ello, es preciso suprimir las operaciones de autocartera que los aparatos intermedios realizan para no perder el poder. Es decir, que se desinflen los censos como pudimos apreciar en el resultado de las primarias. Recuerdo que una de las primeras medidas del PSOE bajo la nueva dirección de Zapatero fue la regularización y actualización del censo desde la obligatoriedad de la cuota bancaria. Bajaron prácticamente a la mitad su censo; pero sin duda hicieron a su organización más fuerte y transparente.

Por otra parte, la nueva organización debe partir de lo existente. Es mentira que se pueda construir desde las cenizas, desde ellas sólo sale humo. Se construye desde lo existente, partiendo y contando con nuestro patrimonio; exiguo pero con activos. Así han avanzado y progresado todas las culturas.
No soy de los que está en política por vocación devota, ni considero a sus organizaciones como ídolos de adoración. Soy de los que considera que la política debe ser socialmente últil. Su razón de ser es la utilidad, no la identidad. Por ello, más allá de los debates orgánicos, políticos, ideológicos surge una pregunta preliminar y básica. Una cuestión a la que cada uno, por sí solo, debe responder. Cabe preguntarse: ¿El espacio de la izquierda alternativa tiene futuro? ¿Es útil la herramienta de IU? ¿Es el PSOE o los partidos de extrema izquierda los que representan nuestras ideas?
Mi respuesta es que somos diferentes, que tenemos otro valor. Que si desaparece ese proyecto político, muchos ciudadanos y ciudadanas quedamos políticamente huérfanos. Poseemos nuestra propia identidad, nuestro propio espacio y nuestras propias ideas. Y para que éstas sean fértiles deben ser abonadas en la sociedad, no encerradas en nuestro espacio. Mezclémonos, dejémonos contaminar por el resto de los ciudadanos y ciudadanas, para aprender. Debemos ser capaces de simpatizar con quien nos acompaña; si no, mal podremos avanzar. Para ir rápido, mejor sólo; para ir lejos, acompañado.
Existe un espacio social para  una izquierda unida, roja, verde, feminista, federalista y republicana. Es el espacio de la izquierda alternativa de Europa, dentro de una componente alterglobalizador.
No estamos solos, nuestro pensamiento es compartido por millones de personas en Europa y en el mundo.
Una última reflexión, en este caso táctica: los aviones vuelan con dos alas, la izquierda y la derecha, ambas son necesarias; pero es el motor el que lo hace volar. Sólo desde la centralidad, se puede dirigir un proyecto de IU que una lo diverso y visualice un horizonte más abierto que el actual. Por todo ello, no perdamos el norte, o el sur, por muy mareada que se encuentre en estos momentos la brújula.

Félix Taberna es responsable institucional de IU

Ilustración de Iván Solbes 

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