Dominio público

Que no nos atrape el bipartidismo

David Cid

Coordinador Nacional de ICV

David Cid
Coordinador Nacional de ICV

En los últimos meses, especialmente después de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, el debate político y mediático se ha instalado básicamente en términos y lenguaje de los políticos. Sobre cómo se debe y no se debe formar gobierno, sobre la estabilidad del gobierno, sobre comités federales y dinámicas internas de partidos, sobre sorpasso, sobre dimes y diretes...

Han desaparecido de la agenda mediática los problemas de la gente. Antes del 20 de diciembre, los debates en los medios giraban en torno a la corrupción, el paro y la precariedad laboral, los desahucios, los bajos salarios, la estafa eléctrica y la pobreza energética... Parece que los medios se han cansado de estos temas, ya no venden. Ha calado el mensaje de la recuperación económica, de la salida de la crisis, el enfado y el miedo de las clases medias han dejado paso a un estado de ánimo que se refleja en el no vamos tan mal, no vayamos a peor. El PP aquí lo ha bordado, como demuestran los resultados del 26J y de las elecciones gallegas. Estabilidad.

Pero los problemas de la gente siguen allí, no han desaparecido. Ahora los ciudadanos y las ciudadanas nos piden respuestas, no sólo denunciar las injusticias, la pobreza, la desigualdad y las tropelías de la corrupción. No es sencillo pero debemos volver a hablar de los problemas de la gente y sobre todo de nuestras soluciones, que las tenemos, como estamos demostrando en los ayuntamientos del cambio. Nosotros somos hoy la única izquierda que tenemos un proyecto, expliquémoslo.

En los ayuntamientos del cambio se están impulsando proyectos y políticas al servicio de las personas, defendiendo los servicios públicos con la remunicipalización, por ejemplo, de la limpieza recientemente en Castelldefels, con más becas comedor, con nuevas tasas a los pisos vacíos o la apuesta por una ciudad para vivir, con las supermanzanas en Barcelona, y un nuevo urbanismo al servicio de los vecinos y las vecinas. Este es el camino.

El bipartidismo nos quiere hablando de las "cosas" de los políticos, de los debates entre partidos y dentro de los partidos. Aquí el bipartidismo se mueve como pez en el agua, es su hábitat. Y teje la imagen que todos somos iguales. Nos atrapan en su tela de araña. La gente se cansa y está cansada de estos debates y creo que tiene bastante que ver con los resultados del 26J y con el regreso a la abstención de mucha gente.

Volver a patear el tablero es decir no pienso hablar más de esto. Decir: no pienso hablar más del PSOE. El PSOE ya ha decidido. El Comité Federal del PSOE decidió que gobierne el PP, ya sea a través de una abstención o a través de terceras elecciones. Preparemos, pues, nuestras propuestas para liderar la oposición.

Y el bipartidismo también nos quiere haciendo política del mismo modo que la han hecho ellos. Nos quiere en luchas internas, en luchas de poder, en dinámica internas de competición y no de cooperación. Nos quiere ahí para poder decir que al final no somos tan distintos y que todos somos iguales.  Hay que saber afrontar los debates que sin duda tenemos pendientes y la construcción de nuestros proyectos desde la fraternidad. Y nosotros, sobre todo, no podemos pervertir las palabras como ellos han pervertido palabras como libertad, igualdad o izquierda. Sí al debate, desde la fraternidad en mayúsculas.

Estamos en un momento de fin de régimen. Pero quizás en un ciclo más largo que lo que querríamos y hemos teorizado. Tenemos una gran responsabilidad: más de 5 millones de votos y 71 escaños, sumando a Unidos Podemos y las confluencias como En Comú Podem. Somos el proyecto de presente y de futuro para cambiar la vida de la ciudadanía. En nuestras manos está que no nos atrape el bipartidismo, sino realmente acabar con él.

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