Dominio público

Adiós ciclo electoral, bienvenido ciclo político

José Manuel López

Diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid y autor del libro Microcracia.

En 2008 estalló la crisis económica; en 2011 el 15M mostró que la crisis también era social; y en 2014 ambas se hicieron crisis política. En cinco años se había movido el orden –económico, social y político- que había modernizado el país, sacándolo de la dictadura, y dado estabilidad  durante tres décadas. Los resortes institucionales se mostraban incapaces de dar respuesta a los problemas del presente y, desde luego, de imaginar el futuro.

En 2014 se abrió un ciclo electoral como respuesta a esta crisis. Durante cinco años hemos vivido en una campaña electoral permanente. Nuevos partidos, reinvención de otros y cambios importantes de los que habían gestionado el país las últimas tres décadas. Se han sucedido las votaciones, en un continuo cambio en la intención de voto, muestra de una sociedad que navegaba en la incertidumbre. Con la celebración, en apenas un mes, de estas elecciones generales, europeas, autonómicas y locales se cierra el ciclo electoral. Diez años de máxima agitación que comenzaron con la crisis de las hipotecas subprime tienen final el 26M. Por delante cuatro años sin apenas contiendas electorales que abren un ciclo Político.

En inglés hay tres términos para la palabra castellana "política": polity, policy y politics. La polity (Política) es el concepto de Estado, la lógica de gobierno, las instituciones y el sentido común. La policy (políticas públicas) son los principios para la gestión y las acciones concretas. Por último, politics (política) es la actividad de los partidos políticos y grupos de interés. La política se mueve en la Política. Cuando la Política se desgasta, deja de dar respuesta a la sociedad y de hablar su lenguaje, la política se pierde y habla de sí misma. Si primero fue la crisis económica, luego la social y al final la política, el proceso ahora es inverso. El fin del ciclo electoral va a dejar una mayoría política que tiene que dar respuesta a lo social y lo económico. Es el momento de la Política (Polity).

Durante estos diez años la agenda social ha variado: el cambio climático, la revolución tecnológica y el feminismo, que no es sólo igualdad, sino una forma de mirar los tiempos, ocupan un lugar central. Estamos en un tiempo de  Tránsito –con mayúsculas- que va a definir las bases del país. Vuelven preguntas que hace décadas no nos hacíamos ¿de qué vamos a vivir en una sociedad que produce más pero que necesita menos empleos para hacerlo? ¿Cómo nos vamos a mover? ¿Cómo generar cohesión? ¿Cómo enfrentar la crisis ecológica? ¿Cómo abordar los cambios territoriales que nos Cataluña y Euskadi, pero también la España vaciada y el crecimiento de las ciudades? ¿Cómo actualizar una Administración pensada uniforme para un país que es asimétrico? ¿Cómo queda la relación economía-vida? ¿Cuál es la dos define la prioridad? Si el crecimiento tiene detrás cohesión o desigualdad.

Preguntas que va a responder una sociedad diferente y mucho más plural a la que definió el anterior ciclo; que no se pueden contestar con el mismo manual. Una sociedad en la que la familia es distinta, que accede a los bienes por el uso y no por la propiedad, donde la riqueza ya no sólo se crea por el trabajo, sino también mediante las finanzas y la acumulación del patrimonio. Un país con cambios profundos que necesita actualizar su Política. No se trata de abandonar lo que tenemos, sino de desbordarlo;  de quedarnos con lo que funciona, que es mucho, pero sobrepasar sus límites con miradas e ideas nuevas.

Las preguntas no tienen una única respuesta. No hay duda que la energía será verde y nuestros tejados se llenarán de paneles solares, la cuestión es si será un mercado especulativo con fondos de inversión comprando y vendiendo "derechos de tejado" o un sistema de energía propiedad de las comunidades de vecinos para su propio consumo. No hay duda de que habrá vehículos eléctricos, la cuestión es si simplemente van a sustituir a los de explosión o vamos a tener un sistema de uso compartido que disminuya el número de coches. Decisiones que van a encaminar el país en una u otra dirección.

Lo que estamos decidiendo en este mes electoral es quien va a guiar el ciclo Político; quien va a poner –recoger, integrar, escuchar, articular- las ideas que definan la Política y las políticas públicas; cómo se responde a las preguntas. En las elecciones generales la sociedad española ha votado para que sea el bloque progresista. Que lo haga en el mismo sentido el 26M  aseguraría que el necesario cambio de las estructuras se hace más rápido y mejor. Nunca unas elecciones locales y autonómicas habían tenido tanta importancia como éstas. Nunca ha sido tan importante y decisivo votar. Se está ante la posibilidad de alinear los distintos niveles del estado en un debate que va a cambiar su propia estructura. Marcando el sentido del país para las próximas décadas.

Después, el lunes 27 de mayo, será el momento de ponerse a trabajar. El tiempo de las acciones y no sólo de los gestos políticos; de la innovación, de la valentía más que del cálculo; de hacer mientras se piensa y de escuchar mientras se hace. Comenzará, sobre todo. El tiempo de las ideas.

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