Ecologismo de emergencia

Lo de Navacerrada

Juantxo López de Uralde

Las estaciones de esquí de la sierra de Guadarrama vivieron su época dorada en la segunda mitad el pasado siglo, quizás alcanzando su máxima popularidad con las victorias de los Fernández Ochoa en las competiciones internacionales. Sin embargo la falta de nieve empezó a ser un problema a partir de la década de los ochenta del pasado siglo. Ahora Isabel Diaz Ayuso se revuelve contra la decisión de cierre de tres pistas de Navacerrada, cuando ese cierre no es más que la evolución lógica y necesaria por el cambio de las condiciones de ambientales de ese espacio.

En el año 1986 el problema de falta de nieve en la estación de esquí de Valcotos, construida en los años sesenta como "ampliación" de Navacerrada, llevó a sus propietarios a promover el disparatado proyecto de hacer nieve artificial utilizando el agua de la laguna de Peñalara. En la oposición a este proyecto, que hoy nos parece disparatado, participé activamente, junto a Santiago Martín Barajas, en la que fue una de nuestras primeras campañas ecologistas. Las máquinas llegaron hasta a hacer una pista para la construcción de un dique, en este paraje hoy tan protegido. Afortunadamente los ecologistas conseguimos paralizarlo.

En su libro de memorias Róo arriba, Santiago Martín narra detalladamente como una década después (1997) el consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Carlos Mayor Oreja (PP) decidió el cierre y desmantelamiento de esta estación por ser inviable. Hoy aquellas infraestructuras de la estación están desmanteladas, y la zona ha sido repoblada y recuperada.

Lo mismo que ocurrió en Valcotos, llega ahora a Navacerrada. Y es que la condiciones ambientales cada vez son menos propicias a la práctica del esquí en Navacerrada. A ello se une que hoy la zona es Parque Nacional, y por tanto la protección de la naturaleza debe prevalecer. Así las cosas el MITERD decide cerrar tres pistas. La derecha extrema, y la extrema derecha de PP y Vox reaccionan airadamente, y anuncian que declararán Bien de Interés Cultural (BIC) las estaciones de esquí de Navacerrada.

Lo cierto es que los datos de AEMET son contundentes: desde 1951 la temperatura media en el puerto de Navacerrada ha aumentado 2,3ºC, y el número de días con nieve se ha reducido en un 25%. En definitiva, las condiciones en Navacerrada son cada vez son más desfavorables para la práctica del esquí. Me temo que la declaración de BIC no sirve absolutamente de nada para resolver estos problemas.

Hay que recordar a Ayuso que fue un Consejero del PP quien cerró y desmanteló Valcotos. Esta fue una decisión muy acertada y aplaudida por todos. Parece que en estos tiempos de trumpismo galopante, sin embargo, Ayuso prefiere una huida hacia ninguna parte con esta cuestión. No nos sorprende todo esto porque desgraciadamente en amplios sectores de la derecha española, sigue arraigado el negacionismo climático más anticientífico.

Lo que Navacerrada necesita son inversiones para recuperar muchas zonas ecológicamente degradadas y el acondicionamiento de las infraestructuras en mal estado para garantizar su uso y disfrute por parte de las miles de personas que lo visitan. Así como un Plan para evitar su progresiva y acelerada degradación.

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