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¿Soraya Sáenz de Santamaría futura presidenta?

David Hernández Martínez
Graduado en Relaciones Internacionales y Máster en Economía Internacional y Desarrollo

Soraya Saénz de Santamaría ha sido siempre considerada la mano derecha de Mariano Rajoy, su fiel escudera en gran parte de la trayectoria política del actual presidente. Empezó a colaborar con él allá por el año 2000, cuando aún el líder gallego era ministro y no el posible sucesor de José María Aznar. Desde entonces, su relación personal se ha fundamentado en una confianza absoluta de Rajoy en Saénz de Santamaría.

Pese a no ser militante del Partido Popular, hecho que genera aún cierto malestar en algunos grupos del propio partido, Mariano Rajoy confío en ella para que entrará a trabajar directamente en el diseño del programa político de 2004. Pese a los fracasos electorales de 2004 y 2008, la propia Soraya fue de los pocos dirigentes políticos que se mantuvo al lado del cuestionado presidente del PP.

Con la victoria de 2011, Mariano Rajoy no dudo en colocar a Saénz de Santamaría como vicepresidente y portavoz del gobierno. Por un lado, gesto claro para recompensar su inquebrantable lealtad, por otro lado, una forma de asegurarse de tener a alguien de su máxima confianza guardándole las espaldas. De hecho, la vicepresidente del gobierno ha llevado a cabo en numerosas ocasiones las tareas más desagradables de gobernar, como dar la cara ante anuncios políticos poco populares, enfrentarse a la oposición en las cortes y gestionar ciertas crisis e imprevistos.

De esta forma, hasta hace unas pocas semanas, nadie se imaginaba un destino político diferente para ambos. Si Rajoy se mantenía en el gobierno tras el 20D, seguramente Soraya seguiría a su lado. Si Rajoy caía en desgracia, probablemente la vicepresidenta le acompañaría en su destierro político. No obstante, esta situación parece haber cambiado al ritmo que marcan las encuestas y se aproxima la fecha electoral.

Poco a poco lo que fue siendo un rumor y remota posibilidad, se ha ido haciendo cada vez más cierto con el paso de las semanas. Llegado el momento, Mariano Rajoy puede verse ganador de las elecciones, pero debido a las exigencias de Ciudadanos, retirado como candidato por sus propios compañeros de partido. En este sentido, según marcan todas las encuestas, el PP deberá acercarse a Ciudadanos si desea continuar en La Moncloa, pero el problema viene ante las exigencias que marcará el partido de Albert Rivera para que se dé tal pacto.

Ya son varios los dirigentes del partido naranja y algunos medios y periodistas afines, quienes han dejado caer la idea de que una de las condiciones indispensables para que Ciudadanos ceda su respaldo, sea la marcha de Mariano Rajoy de la presidencia.

Este hecho que podría resultar extraño y extravagante en la cultura política de nuestro país, se da con asiduidad en otras democracias vecinas. La cuestión radica en saber, si los dirigentes populares serán capaces de vender la cabeza de su líder, al cambio de mantener el poder central.

Y es en este punto donde emerge la figura de Soraya Saénz de Santamaría, que paradójicamente en los últimos tiempos se prodiga mucho en los medios de comunicación e intenta plasmar una imagen menos seria, relajada y cercana. ¿Serán casualidades de la campaña electoral? ¿Será una premeditada estrategia para ir allanando el terreno para una posible candidatura presidencial?

Sólo tras el 20 de diciembre conoceremos cuales son las fuerzas de los distintos partidos políticos para negociar, pero como se produzca el contexto que casi todas las encuestas dibujan, un Partido Popular necesitado irremediablemente de Ciudadanos, en este caso el futuro político de Mariano Rajoy resultaría muy negro. Tal vez, debería empezar a mirar a sus espaldas y desconfiar de los que llegó hasta considerar amigos.

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