El 4º Poder en Red

Periodistas: todavía importáis

Seguimos el debate suscitado por las entregas anteriores sobre periodismo inmundo I, II y III. Publicamos la "Carta abierta a mis colegas  periodistas (No caigamos en la trampa, todavía importamos)" de Josh McConnell,  periodista especializado en tecnología, negocios, música. Yonky de la política y los medios.

Mis colegas periodistas,

Durante siglos hemos tenido la gran oportunidad de ayudar a proteger y a dar forma a la sociedad. La profesión que hemos elegido, aunque a veces pueda parecer trivial, no la debemos tomar por regalada y, ni mucho menos, debemos subestimar el rol que jugamos en este mundo. Nuestro papel evoluciona al igual que cambian los modelos de negocio que lo sostienen, particularmente en las últimas décadas, pero los principios que subyacen a la profesión aún se mantienen intactos. Sí, la mayoría no entiende del todo qué es lo que hacemos, y continuamente tenemos que explicar la ética de nuestro trabajo a familia o a amigos. Es el pequeño precio a pagar por el servicio que podemos ofrecer a la sociedad.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, ¿verdad?

El problema es que tanto el público como algunos periodistas subestiman y devalúan el rol que jugamos: No estamos aquí para vomitar información sin más o para glorificar las relaciones públicas. No estamos aquí solo para informar de sucesos o sobre la apertura de un nuevo museo, aunque también esa es parte de nuestro trabajo. No podemos olvidar que estamos aquí para hacer preguntas, no solo para molestar intencionada y maliciosamente a los poderosos o aquellos con los que no estamos de acuerdo. Pero, sin duda, estamos aquí para hacerles rendir cuentas y poder seguir investigando las historias. Estamos aquí para dar voz a los que normalmente no la tienen. Estamos aquí para visibilizar problemas graves y humanizar el resultado de las decisiones tomadas por otros pero que nos afectan a todos. No hacemos preguntas para dar bombo a un argumento o una buena historia. Hacemos preguntas porque honestamente queremos saber las respuestas. De hecho, los periodistas somos curiosos por naturaleza, y está escrito en nuestro ADN la necesidad de conocer respuestas.

Por ello,  no podemos olvidar la importancia de la profesión que hemos elegido y por ello, no podemos encogernos de hombros como en otro trabajo cualquiera. Nosotros importamos, independientemente de las opiniones de algunas personas que,  en la era tecnológica, tratan de convencernos de lo contrario. Eso sí, no olvidemos que nuestra importancia no radica solo en lo que hacemos, sino también en lo que no hacemos. El simple hecho de existir como un gran hermano y estar preparados para investigar una historia en desarrollo es crucial: Nuestra influencia se siente incluso sin estar publicando historias. Nuestra presencia se siente detrás de las puertas cerradas, sólo porque existimos.

Somos como los Pepito Grillo de la sociedad.

Durante décadas, e incluso siglos, los individuos con poder político o corporativo a menudo han reconsiderado sus estrategias porque saben que estamos aquí. Que estamos escuchando. Que tenemos la oreja pegada al suelo. Saben que les haremos rendir cuentas si encontramos que planean algo cuestionable. Tienen que considerar las consecuencias de sus actos y decisiones.

Pero esto solo continuará siendo así siempre y cuando todo lo que publicamos cumpla con los más altos estándares éticos. No podemos comprometer nuestra integridad ni siquiera ante una pequeña historia local. Lo que puede parecer trivial no lo es.

Así que no cedáis ante la idea de que estos días los periodistas estamos aquí simplemente para informar de lo básico. No caigamos en el argumento de que nuestro trabajo se está convirtiendo en algo obsoleto debido al crecimiento de las redes sociales y los agregadores de noticias. Ejercemos una profesión extraordinaria que pocas personas tienen la oportunidad o el privilegio de tener. No escribimos simplemente palabras en una interminable línea de montaje y no estamos frente a la cámara para entretener a las masas. Ayudamos a mantener la sociedad funcionando democráticamente y al gobierno en jaque. Todo lo que hacemos puede importar y de hecho importa. De nuevo, el hecho de que continuemos existiendo y probando nuestra integridad periodística es suficiente para dar forma a las grandes decisiones que se toman detrás de las cámaras día a día. Siéntanse orgullosos de lo que hacemos y de cómo servimos.

Todavía estamos aquí. Todavía importamos.

Texto original en Pensamientos sobre Periodismo 

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