El 4º Poder en Red

"Internet no es el enemigo al igual que no lo es Irak"

Colectivo editorial del 4º Poder en Red

Pocos tienen el privilegio de entrevistar a Edward Snowden, aún por videoconferencia, después de que destapara, por medio de filtraciones a los periodistas, uno de los mayores escándalos, o el que más, de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA por sus siglas en inglés).

TED Talks lo ha conseguido. El programa de Tecnología, Entretenimiento y Diseño con más de 900 charlas (que se pueden descargar gratuitamente), traducidas a 80 idiomas y, hasta 2011, visitadas por más de 400 millones de veces, lo ha entrevistado en una curiosa videoconferencia. Al parecer, el programa estadounidense ha creído que las de Snowden sí eran "Ideas dignas de difundir" (el lema del espacio televisivo), al contrario de lo que pueda pensar su país.

Te han calificado de muchas maneras en los últimos meses. Te llamaron soplón, traidor, héroe. ¿Con qué palabras te describirías?

Quién soy realmente no importa. Si soy la peor persona del mundo, puedes odiarme y pasar a otra cosa. Lo que de verdad importa son los problemas. Lo que en verdad importa es la clase de gobierno que queremos, el tipo de Internet que queremos, el tipo de relación entre las personas y las sociedades. Hacia allí quiero que vaya el debate y lo vemos cada vez más con el tiempo. Si tuviera que describirme, no usaría "héroe", ni "patriota", ni "traidor". Diría que soy un ciudadano estadounidense como cualquier otro.

Hace un año, estabas en Hawái trabajando como consultor para la NSA. Como administrador de sistemas, tenías acceso a sus sistemas y empezaste a revelar ciertos documentos clasificados a algunos periodistas elegidos cuidadosamente, lo que desembocó en las revelaciones de junio. ¿Qué te impulsó a hacer eso?

Si iba al Congreso, corría el riesgo de que me enterraran junto con la información y que la gente nunca se enterara. No había leyes, no había protección legal para un empleado privado, para un analista privado como yo.  Pero la Primera enmienda de la Constitución de los EEUU nos garantiza la libertad de prensa por una razón: permitir una prensa antagonista que desafíe al Gobierno.

Algunas personas están furiosas con lo que hiciste. Oí una frase de Dick Cheney que dijo que Julian Assange era una picadura de pulga, Edward Snowden es el león que decapitó al perro. Dice que cometiste uno de los mayores actos de traición en la historia de EEUU. ¿Qué les dirías a las personas que piensan así?

Dick Cheney es especial. Es increíble porque cuando Julian Assange estaba haciendo su mejor trabajo, Dick Cheney decía que iba a terminar con los gobiernos del mundo, los cielos arderían en llamas y los mares entrarían en ebullición, y ahora dice que es una picadura de pulga. Deberíamos sospechar del mismo tipo de declaraciones exageradas sobre el daño a la seguridad nacional por parte de estos funcionarios. Pero pensemos que estas personas realmente creen lo que dicen. Yo diría que tienen una concepción muy cerrada de la seguridad nacional. Las declaraciones de gente como Dick Cheney no mantienen seguro al país. El interés del público no siempre es el mismo que el interés nacional. Ir a la guerra contra personas que no son nuestro enemigo en lugares que no son una amenaza no nos hace más seguros, y eso es válido en Irak o en Internet. Internet no es el enemigo. Nuestra economía no es el enemigo. Los negocios estadounidenses, chinos, y cualquier otra empresa son parte de nuestra sociedad. Son parte de nuestro mundo interconectado. Hay lazos de fraternidad que nos unen, y si se destruyen estos lazos socavando los estándares, la seguridad, la forma de conducta, los países y los ciudadanos del mundo esperan que nos atengamos a ellos.

Pero se dice que robaste 1,7 millones de documentos. Parece que solo algunos miles fueron compartidos con periodistas hasta ahora. ¿Habrá más revelaciones?

Seguro que hay más revelaciones por venir. Creo que sin dudas todavía están por hacerse algunos de los informes más importantes.

Hicieron el cálculo de que valía la pena reducir la seguridad de nuestras comunicaciones como parte de la defensa de EE.UU. contra el terrorismo. ¿Es un precio que vale la pena pagar?

Al analizar los resultados de estos programas contra el terrorismo, verán que no tienen fundamento y no hace falta que crean mi palabra, porque tuvimos la primera audiencia pública, el primer tribunal federal que lo analizó, fuera del arreglo secreto, y tildó a los programas de orwellianos y posiblemente inconstitucionales. El Congreso, que tiene acceso para instruir sobre estas cosas, y ahora desea hacerlo, ha presentado proyectos de ley para reformarlo, y dos paneles independientes de la Casa Blanca que revisaron toda la evidencia clasificada dijeron que estos programas nunca han detenido ni un solo ataque terrorista inminente para EE.UU. Entonces, ¿realmente estamos parando el terrorismo? ¿Estos programas tienen algún valor? Yo digo que no y los 3 poderes del gobierno estadounidense también dicen que no.

¿Crees que hay una motivación más profunda para ellos que la guerra contra el terrorismo?

La conclusión es que el terrorismo siempre ha sido lo que en el mundo de la inteligencia llamaríamos una excusa para la acción. El terrorismo es algo que provoca una respuesta emocional que permite que las personas razonen autorizando poderes y programas que de otra manera no harían. En la era post 11-S, usaron el secreto y la justificación del terrorismo para empezar estos programas en secreto sin consultar al Congreso, ni al pueblo de EE.UU., y es de ese tipo de gobierno a puertas cerradas del que tenemos que protegernos, porque nos hace menos seguros y no aporta valor.

Me parece que este debate no se divide por las líneas políticas tradicionales. No es izquierda o derecha, no se trata de estar a favor del gobierno, de ser libertario ni nada de eso. En parte es un problema generacional. Ustedes son parte de una generación que creció con Internet y parece que se ven ofendidos a un nivel casi visceral si ven algo que creen que puede dañar a Internet. ¿Hay algo de cierto en eso?

Sí, creo que es cierto. No se trata de ser de izquierda o derecha. Nuestras libertades básicas, y cuando digo nuestras, no me refiero solo a los estadounidenses, sino a las personas de todo el mundo, no tiene que ver con un problema partidario. Estas cosas en las que creen todas las personas, y depende de todos nosotros protegerlas, y de las personas que han visto y disfrutado de una Internet libre y gratuita depende de nosotros preservar esa libertad para que la próxima generación pueda disfrutarla, y si no cambiamos las cosas, si no nos paramos para hacer los cambios que hay que hacer para mantener la seguridad en Internet, no solo por nosotros sino por todos, vamos a perderla, y será una pérdida tremenda, para nosotros y para todo el mundo.

Hace 30 años que se fundó TED, en 1984. Hubo muchas charlas desde entonces siguiendo el razonamiento de que en realidad George Orwell estaba equivocado. No hay un Gran Hermano que nos mira. Nosotros, gracias al poder de la Web, y la transparencia, estamos mirando al Gran Hermano. De alguna manera, tus revelaciones le dieron una puñalada al corazón de esa mirada más bien optimista, pero todavía crees que hay algo para hacer al respecto.

Exacto, se puede argumentar que los poderes del Gran Hermano han aumentado muchísimo. Hace poco salió un artículo legal en Yale que establecía el principio Bankston-Soltani que decía que nuestra expectativa de privacidad es violada cuando las capacidades de vigilancia del gobierno se vuelven más baratas en un orden de magnitud, y cada vez que eso sucede, tenemos que revisar y reequilibrar nuestros derechos de privacidad. Eso no ha sucedido desde que los poderes de vigilancia del gobierno aumentaron en varios órdenes de magnitud, y por eso tenemos el problema que tenemos hoy pero todavía hay esperanza, porque los poderes de los individuos también se incrementaron con la tecnología. Soy una prueba viviente de que un individuo puede ir cabeza a cabeza contra los adversarios más poderosos y las agencias de inteligencia más poderosas del mundo y ganar, y creo que eso es algo que nos da esperanza, y tenemos que construir sobre eso para que sea accesible no solo para los expertos técnicos sino también para los ciudadanos comunes. El periodismo no es un delito, la comunicación no es un delito y no tienen que monitorear nuestras actividades cotidianas.

El New York Times pidió una amnistía para ti. ¿Aceptarías una oportunidad para volver a EEUU?

Claro. Sin dudas, los principios que han sido el fundamento de este proyecto han sido el interés público y los principios que subyacen al establishment periodístico de EE.UU. y del mundo, y creo que la prensa ahora dice apoyamos esto, esto es algo que tenía que pasar, es un argumento fuerte pero no es el argumento final, es el público el que debe decidir. Pero al mismo tiempo, el gobierno dio a entender que quiere un tipo de acuerdo, que quieren que comprometa a los periodistas con los que trabajé, a regresar, y quiero dejar en claro que no hice esto para estar a salvo. Hice esto para hacer lo correcto, y no voy a detener mi trabajo en interés del público solo para beneficiarme.

 

Puedes consultar la entrevista íntegra en ProPolis o en verla en el siguiente vídeo:

"Internet no es el enemigo al igual que no lo es Irak"

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