El Imaginario Salvaje

Réquiem por Dimitris Christulas

José Vicente Barcia

¡Qué escasa utilidad la de la memoria si solamente nos sirve para mirar hacia atrás! Ningún tesoro resulta más valioso ni menos valorado a la hora de construir un futuro digno. Desistorizan quienes construyen su poder en la desmemoria, quienes acechan lo de todos para atesorarlo, privatizarlo y convertirlo en mercancía. Anuncian el fin de la historia aquellos que descubren que el aprendizaje colectivo pone cerco al desarrollo de sus privilegios.

Quienes tornan los derechos fundamentales en territorio de la mercadería deberían ser desprovistos del escondrijo del olvido y ser expuestos al sol de la memoria para que los nombres propios, tras los cuales yacen sus víctimas, puedan cobrarse el tributo de la verdad, tendida en el tiempo para que sea públicamente asumida.

Abril de 2012. Los jubilados griegos han visto esquilmadas sus ya exiguas pensiones en más de un 15%. Abril de 2012. El gasto medio por anciano en medicamentos es de cerca de 150 euros. Abril de 2012. El IVA del gasóleo que sirve para alimentar las calefacciones ha subido hasta el 18%. Abril de 2012. En los cuatro primeros meses de ese año se suicidaron un 40% más de griegos que en el mismo periodo del año anterior. Y a los viejos no les llega para comer. Abril de 2012. Dimitris paga el alquiler de su vivienda. Al día siguiente toma el metro y se apea en la parada más cercana a la emblemática plaza Sintagma. Abril de 2012. Pienso que la mejor venganza es el conocimiento. Dimitris se cobija a las nueve de la mañana bajo un árbol. Le da tiempo a pensar en su hija, en la vida vista desde sus 77 años, en su profesión de farmacéutico. Quizá también piense en su activismo social, solidario, militante. Abril de 2012. Dimitris Christulas no puede más, saca una pistola de uno de sus bolsillos, dice que no volverá a rebuscar comida en la basura como lo hacen tantos de sus envejecidos compatriotas. Grita que no quiere dejarle ninguna deuda a su hija. Abril de 2012. Todo funde a negro.

Ya en su momento se dijo y conviene no olvidarlo: Dimitris fue ejecutado por las políticas más regresivas impuestas a Grecia desde la II Guerra Mundial, y lo hizo una troika que debería ser juzgada a causa de las consecuencias originadas por su política de ocupación y austericidio.

Subraya Erns Blog en su Principio de Esperanza que todo cambio se debe estimar minuciosa y precisamente, porque la esperanza no es más que la suma de posibilidades dispuestas en la conquista de un mundo fraternal. Pero... sin la memoria nada. Sin los plantadores de la dignidad que resisten hasta límites realmente inconcebibles, nada. Abril de 2012. Dimitris dispara una vez, pero de su pistola emergen dos balas. La primera acaba con la amargura del jubilado. La segunda impacta sobre las conciencias que saben que sólo hay justicia si hay memoria.

La arrolladora victoria que los griegos han concedido a Syriza descansa sobre los pilares del dolor y el sufrimiento, que no pueden, que no deben olvidarse, y también sobre la necesidad de imaginar una salida al laberinto de un capitalismo agotado de tanto formalismo democrático y entregado a la aniquilación de cualquier posible alternativa. Superado el miedo y las amenazas europeas, deberán estar muy atentos los griegos para no sucumbir ante las maniobras de desestabilización, que sin duda están por venir.

Enero de 2015. Que nadie olvide que la esperanza emerge de la memoria de quienes lo dieron todo hasta el final. Enero de 2015. Esto se escribe desde un país cuyo amargo contexto político deviene de un pacto de élites a favor del olvido y las cunetas-fosa.

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