El mercado de los votos

A más participación, peor para el Partido Popular

Salvador Giménez

El País informó ayer de que una bajada de la participación en las próximas elecciones del 26-J, que Metroscopia sitúa en 3,2 puntos menos, acabaría por beneficiar al Partido Popular. Una victoria por agotamiento, nos dicen. ¿Qué hay de verdad en todo esto? El PP viene primero y distanciado en todas las encuestas posteriores al 20-D, como lo viene siendo desde el 2010 cuando el electorado más urbano y joven del PSOE se desmovilizó. Hoy, el PP estaría situado entre el 27 y el 29%, con un electorado rocoso, dos de cada diez españoles con derecho a votar y uno de ellos jubilado. De hecho, Metroscopia le estima medio millón de votos menos que los que obtuvo el 20-D, pero siempre en primera posición, como no podía ser de otra manera. Lo que no nos dijo ayer El País es que el PP retrocederá en su posición sobre el censo y esto es un dato que hay que tener en cuenta. Cada vez representan a menos gente.

Enric Juliana, por su parte, nos presentaba la semana pasada un acertijo a propósito de la tasa de participación para el 26-J. De una parte, un 65%, como parece que barajan en la calle Génova y que le permitiría al PP superar la barrera de los 130 escaños, y de otra, la misma que el 20-D, con lo que podríamos entender que todo continuará igual, en modo pantano. ¿Qué hay de verdad en todo esto? Pedro Arriola se pasó todo el año 2015 explicándonos que, con un 35% de los votos válidos, el PP podría conseguir una mayoría a lo Suárez, como en 1977. Fracasó con esta hipótesis imposible. Ahora vuelve a la carga con el 65% de participación, para tirar hacia delante y entretenernos. Metroscopia nos viene a decir que la participación será tres puntos menor que el 20-D. O sea, nada del otro mundo pero más alta que ese 65%. Pero es que la coalición entre Podemos, Izquierda Unida y las confluencias levantará votos de la abstención. Esto está medido y es uno de los alicientes que tendrá este artefacto político.

¿Qué es lo que no nos dicen y tenemos que saber?

Los electorados del PP y del PSOE fueron a votar en masa el 20-D. Estos partidos maximizaron su campaña. En cambio, a Ciudadanos se le quedaron tres puntos de votos válidos en casa, con lo que se entiende la cara de Albert Rivera aquella noche. Pero es que, además, a Podemos también le faltó el canto del duro. Las encuestas de la última semana, en ese lapso de silencio demoscópico, lo situaban por delante del PSOE. Fueron, por tanto, los emergentes quienes no consiguieron convencer a la totalidad de los suyos, que prefirieron quedarse en la abstención.

¿Qué sucedería hoy con estos abstencionistas del 20-D?

Podemos ingresaría más de 350.000 votantes y Ciudadanos, más de 250.000. En cambio, el PP y el PSOE recuperarían, cada uno, 120.000 abstencionistas del 20-D. Como quiera que lo nuevo se quedó en mayor proporción en casa el 20-D, lo normal es que ahora estos abstencionistas, si juegan, beneficien a los Iglesias y Rivera.

¿Puede existir la tentación por parte del PP y del PSOE de presentar una campaña del miedo para atraer voto útil hacia ellos?

Ayer Metroscopia nos dijo que dos de cada tres españoles están satisfechos con el actual multipartidismo. Solo uno de cada tres preferiría regresar al bipartidismo de la Transición, con lo que tenemos otra medida que hay que anotar.

¿Qué sucedería con los que votaron el 20-D y ahora, en cambio, optaran por la abstención?

Podemos debería ser el que más pierda, con cerca de 600.000 votantes que responsabilizan a Pablo Iglesias por no investir a Sánchez. Es un 12% de los que le votaron el 20-D. A esta cifra hay que añadirle los más de 100.000 que también dejarán de votar a Izquierda Unida. Este coste de 700.000 votantes, de un total de 6,1 millones que sumaron Podemos e IU el 20-D, se compensará con otros ingresos, de los abstencionistas y votantes del PSOE, para construir un resultado exuberante y confluente, hasta encaramarse a los 6 millones de votos. Sin embargo, una cosa no quita la otra. Ciudadanos también enviará un 14% de sus votantes a la abstención. Medio millón de votantes derechistas disgustados con el Pacto de El Abrazo. Incluso Cifuentes se permite el lujo de considerar socialistas a Ciudadanos. En este sentido, el PSOE enviará casi medio millón a la desmovilización por el mismo motivo, porque también son responsables de ni tan siquiera haber intentado el ‘pacto a la valenciana’. Finalmente, quien menos sufrirá será el PP que, con menos de 400.000 de merma, saldrá en una mejor posición. Porque de lo que se trata es de mantenerse, de atenuar el golpe y continuar hacia delante.

La cuestión, sin embargo, es saber que pasará con cada punto de censo extra de participación. En este cuadro está la explicación del saldo en % de votos válidos y quien obtiene más votos.

 

Abstención May16

En conclusión, a más participación electoral, peor para el PP.

 

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