El sótano del indio

La comedia es la nueva confluencia

Nervios, risas, y la sensación de haber contribuido a algo. No sabíamos muy bien a qué. Así terminamos anoche la primera temporada de Tuerka News, el espacio humorístico de La Tuerka que se emite a través de Público TV. Todavía recuerdo cuando hace un año, Pablo Iglesias me dijo aquello de "Vete pensando en un programa de humor, que tengo una idea". Por aquel entonces, me asusté bastante, porque la última idea que tuvo el muy listo fue presentarse a unas elecciones. Y nos lanzamos.

Desde el primer momento tuvimos claro que escribir un programa de televisión entre pocas personas no es fácil, y que la competencia es dura. Entre Internet y la TV se puede encontrar entretenimiento para todo el mundo, y no es fácil hacer cosas nuevas, pero lo hicimos. Nos inventamos la antitelevisión: la comedia marxista-leninista. Me explico:

Seguramente, Tuerka News tenga que ver con todo lo que no hay que hacer en TV: decimos tacos, hacemos humor negro, nos metemos con los poderosos (el IBEX 35, no Mariano, eso es demasiado fácil)... Hemos dado voz dentro de lo posible a quien no la tiene, hablamos con Isma y Dani, encarcelados y procesados por hacer huelga, hoy absueltos. Le explicamos un chiste a Gómez Bermúdez, con lo que acojona su mirada. Soportamos a los lamebotas de Telemadrid. Hemos protagonizado reportajes en Libération, en la BBC, y en el más importante: en La Razón.

Sin embargo, y aunque Marhuenda piense lo contrario, los puñetazos en forma de sketches que lanzamos no suelen ir dirigidos hacia la derecha del arco parlamentario, si no más bien al otro lado. Nos encanta escupir para arriba, y llevar al ridículo las situaciones que vive la izquierda. Entre otras cosas, porque somos un equipo de militantes que seguramente se hubieran cortado las venas de no ser por esa media hora a la semana en la que se nos presenta la oportunidad de reír.

El equipo de Tuerka News es una mezcla de gentes de orígenes diversos y con militancia en organizaciones distintas, que convive, ríe, come, cena, toma cañas, apunta y dispara en común. No hemos tenido ningún miedo en reconocer nuestra pertenencia a organizaciones políticas diferentes, y eso es lo que nos ha dado credibilidad y coherencia. Quizá no sabemos decir de otra manera lo que pensamos, pero hemos confluido, y nos funciona, por eso creemos que nuestra labor es difundir la palabra de la confluencia hasta que nos tiren tomates (o cuchillos). La Tuerka nos enseñó que colectivamente se avanza a paso firme, sin necesidad de dar pasos atrás. Sea quien sea el que anteponga su bien al colectivo, recibirá un buen escarmiento cualquiera de estos miércoles. Así es y así será: La Tuerka es nuestro partido.

"¡Os pagan (en barriles de crudo) por echaros unas risas! ¿Qué más queréis?" Nos dicen cuando nos ven tristes. Posiblemente, como los niños, que se nos haga caso. Que no sólo riamos, que también reflexionemos. Que cada parodia de nuestra vida cotidiana como militantes se interprete también como la llamada de atención que queremos transmitir. Que queremos que llegue el cambio, pero que no vamos a permitir que os apuñaléis entre compañeros sin evidenciar lo ridículo que es y lo mal que nos sienta. Que os vamos a recordar de dónde venís para que no olvidéis a dónde vais. Que la comedia marxista-leninista nace de nuestra propia tragedia y acaba con el cambio político. Que este país no lo gana nadie en solitario, que nuestras miserias son las mismas, y que todos y todas reímos igual.

Tenéis carnés distintos, pero cuando os parodiamos se os queda la misma cara, creedme.

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