El sótano del indio

La España que viene

Malas noticias para la clase trabajadora: se viene la España de los entrepreneurs. Si tiene usted un oficio, es el momento de abandonarlo. La España que viene es la de las oportunidades, la de empezar desde cero (inserte aquí un .gif de descojone). Si no me creen, hagan la prueba, y calculen cuánto tiempo de los debates entre candidatos se dedican a poner en valor la figura del que arriesga, y se juega todo su dinero, si es que le queda algo, en un negocio. Y es que la figura del emprendedor ha calado, pero no ha sido por arte de magia. Los españoles llevamos varios años recibiendo constantemente incentivos para arriesgar, escuchando el testimonio de grandes ejemplos a seguir, y opiniones de victoriosos vendehumos que aseguran que la base del éxito es confiar en uno mismo. Cómo olvidar el famoso "No busques trabajo" del líder de opinión Risto Mejide. ¿Cuánta gente respondió a ese libro con un "¡Risto Presidente!"? Posiblemente tanta gente como la que se estrella invirtiendo en una startup. Se da la paradoja de que es más viable para la opinión pública española que todos seamos Steve Jobs en potencia, antes que la posibilidad de que exista una Renta Mínima Garantizada.

¿Cómo es esa España que viene, entonces? La de guisárselo y comérselo. La que incide en la idea de dejar de considerarse trabajador y pasar a ser el jefe de uno mismo. La España de comentarle a un señor de 55 años sin formación académica que tiene que reinventarse y apostar por una idea. Se viene la España de vender a un hijo para comprarse un garaje y empezar desde cero.

Y usted se preguntará: ¿Cómo se llega al éxito desde la nada? ¿Cómo me convierto en un emprendedor ejemplar? Yo le ayudo, puede fiarse de mí, acérqueme un palillo de esos y pídame una caña:

Lo suyo es el sector tecnológico. Hay que pensar en un negocio del siglo XXI. Qué demonios, invéntese una app. Si no sabe de Internet, seguro que tiene usted algún sobrino/a que controle del tema. Una app útil, claro, tiene que ser algo que lo pete en Internet. Necesitará wifi, diseño gráfico, programación... En fin, yo me encargaré de conseguirlo. Usted ponga el dinero. ¿No tiene? No hay problema, venda sus cosas. ¿Y una hipoteca? No es tan difícil de conseguir. Seguro que Botín tuvo que pedir una hipoteca. Él también empezó de cero y fíjese.

Ya tenemos el dinero. Necesitamos contactos. ¿No tiene contactos? Hágase un Twitter o algo. Ahí es donde están los contactos ahora. Por cierto: necesitaré más dinero.

Bien, la app ha quedado cojonuda, hay que publicitarla, así que hay que pagar un poco más. El éxito está a la vuelta de la esquina. Hostia, pero habrá que crear una sociedad, y eso vale dinero. Venda el coche. Eso es, más dinero. Arriesgue, fíjese en Amancio Ortega, a él le fue muy bien. Cuando empiecen a aumentar los beneficios podrá tener un BMW, o incluso dos.

Bueno, parece que la app no funciona tan bien como pensábamos. No pasa nada. Que no decaiga la cosa, un poco más de dinero para publicidad y seguro que se hace conocida. Mientras, hay que pagar impuestos. ¿Cómo que no le queda dinero? Que no cunda el pánico. Vamos a evitar pagar algunos impuestos, si total, luego los políticos se lo llevan muerto. El Estado es una estafa.

¿No ha mejorado la cosa? No pasa nada, cerramos y empezamos desde cero. Búsquese un trabajo.

Más Noticias