El sótano del indio

El derecho a decir disparates

Tras haberse sustituido el concepto "imputado" por "investigado", no me había tocado pasar por los juzgados. La Fiscalía de Girona y el Juzgado de Instrucción nº5 de Blanes han decidido poner fin a esa situación. Ayer mismo me comunicaron que estoy citado a declarar en calidad de investigado el próximo 19 de mayo, previsiblemente por un delito de incitación al odio contra los sentimientos religiosos, por haber tuiteado en 2013: "Quemar iglesias me parece una barbaridad si no hay nadie dentro".

A priori, semejante afirmación huele a disparate de lejos. "Este tipo está dispuesto a quemar iglesias con gente dentro" es la conclusión que ha sacado más de uno. Seguramente esa persona no se ha parado a pensar que no todo lo que uno tuitea es su opinión (o su intención). Y es normal, ya hicieron pasar al bueno de Guillermo Zapata por un psicópata antisemita por tuitear chistes de humor negro entrecomillados en un contexto muy concreto. Los propagandistas de la prensa pantufla anulan cualquier posibilidad de debate sensato cuando copian y pegan unas palabras firmadas por un nombre de usuario y un avatar sin dar más detalles. Así pues, los 65.000 tuits de mi cuenta representan mi opinión para todos ellos.

Interpretando así los tuits que uno escribe, el 20 de octubre de 2014 debí quemar vivos a mis queridos @hectorjuanatey y @miky_co, puesto que así se lo dije en Twitter a las 10:36 de la mañana. El 6 de junio de 2013 le dije a mi buen amigo @Whitesnake91 "Te voy a matar". No lo hice. No soy un hombre de palabra.

Dejando al margen la interpretación literal que se pueda hacer de cada frase, querría reivindicar el derecho a decir disparates, porque mi línea de defensa, que adelanto de manera irresponsable en este post, será esa: aclarar que eso no es lo que pienso, ni es mi intención. Pero, ¿y si fuera mi opinión? ¿Y si realmente fuera mi parecer? ¿Merece alguien tener que dar explicaciones por lo que piensa? ¿Es eso propio de una democracia?

El próximo 19 de mayo, mi buen amigo Juan Andrés Osorio (también citado por retuitearme) y yo, vamos a declarar ante el juez con toda la honestidad del mundo que eso no es lo que pensamos. Y pienso, ¿es eso normal? En todo caso, espero que no nos juzgue Ned Flanders. Toco madera.

Más Noticias