El detonador

En el segundo siempre la cagan

Segundas partes, creo que estaremos de acuerdo, nunca fueron buenas. ¿Que no? Recuerda 'El exorcista 2'. ¿Todavía no? Piensa entonces en tu último/a novio/a. ¿Correcto?

¿Y soy el único que piensa que el nuevo de Vampire Weekend es flojón, flojón?

Los segundos discos, sin ser estrictamente segundas partes, son generalmente peores que el primero. Gran sabiduría la de Manos de Topo cuando titularon su segundo álbum como 'El primero era mejor'. A mí no me gusta ninguno, pero estoy de acuerdo.

Es sorprendente cómo pinchan los segundos discos, cómo la cagan los grupos... Después de un impecable debut, ¡zas!, un ladrillo deforme, feo como él solo.

Pienso en cagadas a la segunda: 'Neon Bible', de Arcade Fire. Ante nuestros ojos (oídos, en este caso) se desmoronaba un imperio. ¿Secuestró alguien a los autores de 'Funeral'? ¿Seis farsantes se hicieron pasar por ellos y se metieron en el estudio? Un disco tan poco inspirado, tan soso, tan plasta... De himnos a rellenos. No eran los mismos, fijo.

No son los únicos. Arctic Monkeys fallaron el tiro en 'Favourite worst nightmare', el 'Pop' de Los Planetas sonaba a lata y sólo lo salvaban cuatro 'hits' (como 'Jose y yo', en el vídeo), el segundo de Franz Ferdinand era bastante peor que su primer disco y ni The Strokes ni The Libertines mejoraron sus discos de debut.

¿Qué pasa con los segundos discos? ¿No deberían ser mejores, ya que los grupos acumulan experiencia? ¿Por qué son peores? ¿Por qué, en definitiva, la cagan?

Una primera explicación apunta a los sellos discográficos, radares del talento musical que pulula por el mundo y esforzadas organizaciones que trabajan para potenciar a los artistas. Sin embargo, como todo grupo formado por humanos, de vez en cuando sienten la tentación del dinero fácil y obligan a sus grupos a publicar su segundo disco cuanto antes para aprovechar el tirón comercial del primero.

Me lo contaba, hace unos meses, un sincero y resignado Nick Lowe: "No estoy orgulloso de todos mis discos. En los ochenta, hacía un disco, tenía éxito, salía de gira y, según la terminaba, mi compañía me pedía que me metiera al estudio. En ese instante yo tenía tres canciones de las que estaba convencido, pero, ¿y el resto?". Pocas veces se ve a un músico hablar tan claro de sus canciones de relleno.

Porque el resto... ¿qué más da? Si lo importante son dos o tres buenos singles, ¿no, Tommy Mottola?. Ahora, con el formato de álbum languideciendo en Internet, el relleno sólo para los pimientos.

Otra pista para resolver la problemática del "En el segundo siempre la cagan" nos la da Rodrigo, de Triángulo de Amor Bizarro. Argumentaba el gallego en un estupendo vídeo grabado por la gente de Mondosonoro (ver izquierda) que en el primer disco metes canciones que llevas preparando años, mientras que el segundo lo tienes que hacer en mucho menos tiempo.

Tiene razón: los grupos lo dan todo en su primer disco (sus mejores canciones, sus mejores ideas...), se exprimen al máximo y cuando desenroscan la toalla la imaginación está seca y sólo caen unas gotitas de agua con dos canciones reguleras.

Respecto a Vampire Weekend, su segundo disco me parece una castaña. Utilizan una producción sofisticada y supuestamente original para tapar la falta de buenas canciones. No hay materia prima y se pierde la unidad y frescura de su debut. Se nota que han exprimido recursos: un tema de indie-pop electrónico como 'Giving up the gun', ¿pega algo en este álbum? ¿No es 'White sky', con esos grititos que rozan lo ridículo, una medianía? ¿No son rellenos evidentes 'Horchata' o 'Taxi cab'? ¿Por qué 'I think ur a contra' cierra este disco y no una banda sonora de Disney? Pregunto...

Su bajista Chris Baio me dio una respuesta a semejante jaleo en una entrevista hace un mes: "En este disco teníamos claro que queríamos hacer algo distinto que en el primero. No tiene sentido volver a hacer lo mismo".

Esa ansiedad por avanzar, por variar a toda costa (tan de moda en los últimos años), también provoca algún traspiés en los segundos discos. Evidentemente, un grupo tiene que evolucionar con los años, pero para mí no tiene sentido que, en su segundo disco, se ponga la premisa de hacer algo distinto (sobre todo cuando sólo ha pasado un año desde que debutaron).

Los cambios hay que esperarlos, no forzarlos.

La conclusión es que sí, en el segundo disco la cagan (casi siempre) y por eso se dice eso de "La prueba de fuego del segundo disco...". No sé, ¿qué pensáis? ¿Deberían los grupos retirarse tras su disco de debut? ¿O deberían directamente hacer su tercer disco? Son preguntas así al azar, que se me vienen a la mente...

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