El detonador

El podio de los conciertos de julio

No he visto todos, pero he visto muchos. Calculo a ojo que unos 50 conciertos. Los tres mejores han sido estos:

Dizzee Rascal (FIB)

El rodillo del verano. Eran tres, pero parecían 200. El escenario principal del FIB puso a los pies de Rascal un sonido arrollador (algo que no hizo con todos los artistas) y el rapero británico reventó el festival. No hubo ni uno que no terminara botando ante semejante avalancha de rimas frenéticas, bajos explosivos y ritmos bombásticos. La gente terminó pidiendo 'Bonkers' y entre 'ua-uas' recibió su premio.

The Right Ons (Low Cost)

Un parque en el centro de Benidorm, un apretado auditorio al aire libre, cerveza y un calor sofocante. La maquinaria funk-soul de los españoles The Right Ons se fundió con estos elementos y pegó un petardazo colosal. El público que se aplatanó con el rock desvencijado de 1990's y el que se enfrió con la ínfulas sinfónicas de Placebo se refugió en el concierto-sauna (sin víctimas) de los Right Ons, cinco bestias salvajes con un sonido demoledor y electrizante. Apoteósico.

Sinfonía IV - Gustav Mahler (Sala de conciertos de la Filarmónica de Varsovia)

Otro torbellino. La furia clásica se esconde detrás de una disciplina comunista que aparenta lo que no es: el orden, el método y la compostura también conducen al caos de las emociones fuertes. Una montaña rusa que te hacía sentirte perdido en el minuto dos (y dura más de una hora), enganchado invisiblemente con el sonido impecable y también impredecible de una orquesta preparada para ejecutar la sentencia: volar.

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