El mapa del mundo

No es posible volver a la guerra fría

Nicolas Sarkozy defendió el acuerdo conseguido ayer por la misión de la Unión Europea a Moscú con la frase más pronunciado por los dirigentes mundiales en las últimas semanas: "No necesitamos una guerra fría". El fantasma de la confrontación peligrosísima entre los dos grandes bloques que emergieron de la Segunda Guerra Mundial ha sido evocado con intensidad a raíz de la muestra de fuerza del Ejército ruso en Georgia. Putin y Medvédev parecen disfrutar del desconcierto que ha causado su aventura en el Cáucaso en el resto del mundo. El envío de un buque de guerra al Caribe –en respuesta a la presencia de la armada estadounidense en el Mar Negro, según Moscú- es el último gesto de un gobierno que pretende volver a ser visto como una superpotencia.¿Pero es factible una vuelta a los tiempos de Brezhnev y Reagan? Parece poco probable. A diferencia de la antigua URSS, la Rusia de hoy está bastante integrada en el sistema económico mundial y necesita tanto inversiones extranjeras como mercados para la exportación. Muchos países europeos dependen del gas siberiano, pero Europa también es el cliente más importante de Moscú.El sistema político en el país de la bicefalia Putin-Medvédev está lejos de ser una democracia ejemplar. Pero no pretende representar una alternativa al sistema occidental. Los esfuerzos del Kremlin para ejercer influencia entre sus vecinos tienen que ver únicamente con poder geopolítico no con ideología como en la época soviética.

También ha cambiado la relación de fuerzas militares, aunque Rusia conserva un aterrador arsenal nuclear. "Los presupuestos para defensa simplemente no son comparables", admite el embajador ruso en España, Alexander Kuznetsov. A pesar de la bravuconería de los señores del Kremlin, Moscú no tiene ningún motivo para volver a la guerra fría.

Thilo Schäfer

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