El mundo es un volcán

Quince verdades del barquero en el caso Snowden

1.- Edward Snowden lo tiene crudo. A este paso envidiará la suerte de Julian Assange, atrapado en la embajada ecuatoriana en Londres desde hace más de un año.

2.- Los obstáculos de varios países europeos al sobrevuelo o escala del avión de Evo Morales, por sospechas de que el exanalista de seguridad se encontraba a bordo para asilarse en Bolivia, revelan el vergonzoso grado de sumisión a Estados Unidos.

3.- El trato humillante a Evo Morales ampliará a Europa la brecha abierta entre el eje bolivariano y Estados Unidos, además de suscitar una condena generalizada en el conjunto de América Latina.

4.- Puede que este vaya a ser el siglo de China, pero aún lo es de EE UU, capaz de intimidar a rivales como China y Rusia, pseudoenemigos como Venezuela, Bolivia y Ecuador, y aliados como los de la UE, incluida España.

5.- Dice Merkel: "La guerra fría ya pasó. Espiar a los amigos es intolerable". Pero lo tolera, como Hollande, o Rajoy. Y, en la práctica, tratan como un delincuente a Snowden, pese a estar en deuda con él.

6.- Con su estrategia de acoso y derribo al exempleado de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Obama pretende convertir al héroe en villano, y desplazar el centro de atención desde un indigno espionaje masivo a una planetaria caza del hombre.

7.- Obama asegura: no hay de qué espantarse, los espías están para espiar, para entender mejor el mundo. Todos los países lo hacen. Pero ¿alguien duda de que habría montado la de Dios es Cristo si el espiado hubiese sido Estados Unidos?

8.- ¿Será verdad que en todas partes cuecen habas? Tal vez lo más relevante de este caso no sea el qué sino el cómo. Lo último: Le Monde revela que la DGSE (espionaje exterior) escruta ilegalmente millones de llamadas telefónicas y mensajes electrónicos y de teléfonos móviles.

9.- Agua de borrajas. A eso sueña la "indignada" reacción del Parlamento Europeo a las revelaciones de Snowden. Y en eso quedará la "investigación exhaustiva" acordada por la Cámara, que se cuida mucho de decidir nada que moleste de verdad a Washington.

10.- Obama, la gran esperanza de regeneración hace cinco años tras la nefasta era de Bush, casi le emula en cuanto a juego sucio, apenas ve amenazado el ectoplasma de la seguridad nacional. Llámese espionaje global, desprecio a las libertades individuales o los usos diplomáticos, asesinatos con drones o mantenimiento de la cárcel de la vergüenza de Guantánamo.

11.- El Reino Unido ha llevado la alianza transatlántica con EE UU a su extremo más innoble al sumarse con entusiasmo al espionaje masivo y al compartir resultados con Washington... pero no con la UE, a la que pertenece. Se aprovechó que gran parte de los cables de enorme capacidad de almacenamiento de datos atraviesa territorio británico, una cuestión de economía y geografía que ha derivado en política y militar.

12.- Al presidente norteamericano debería caérsele la cara de vergüenza al ver como ese paladín de los derechos humanos y la libertad de expresión llamado Vladímir Putin le saca los colores al condenar que Snowden pueda ser juzgado en un país, EE UU, donde se aplica con frecuencia la pena de muerte, mientras que en Rusia existe una moratoria desde 1996.

13.- Hasta China, acusada de ciberterrorismo por Estados Unidos y amenazada por ello con fuertes represalias, se siente ahora legitimada para dar lecciones de moralidad a su gran rival en la pugna por la hegemonía mundial.

14.- El masivo programa Prism de la NSA estadounidense habría sido imposible sin la cooperación de las grandes empresas que gestionan y facilitan el tráfico en Internet, como Google, Facebook, YouTube y Yahoo. En sus mercenarias y patrióticas manos –y ahora sabemos que también en las de los espías-  está (estamos) todo aquel que utiliza un ordenador, una tableta o un teléfono inteligente.

15.- Si esto no se parece ya al Gran Hermano, aunque sea con 39 años de retraso, que venga y lo vea el Orwell de 1984.

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