Ojo público

El rostro impenetrable

No se imagine el malicioso lector que este militar de la guardia de honor del Ejército chino se ha envuelto la cara con la bandera porque se avergüenza de ser funcionario armado de un Estado que tiene el gatillo demasiado fácil con quienes le resultan molestos. Nada de eso. El hecho de ocultar la cara es significativo, pero casual. Ocurrió en la visita a Pekín del presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma. Seguro que al Gobierno chino ve fantasmas en una foto así. ANTONIO AVENDAÑODiego Azubel/EFE

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