Ojo público

Fuego de San Juan

 Félix Ordóñez/REUTERS

San Juan es la última noche mágica que nos va quedando en el calendario, el último reducto para cultivar la ilusión de que podemos deshacernos del pasado quemando en una hoguera los viejos trastos que nos atan a él. En la noche del solsticio de verano, la gente quema los muebles desvencijados y los bártulos inútiles, pero no puede quemar el pasado. Ni falta que hace: la gracia de San Juan está en las fogatas mismas y no en lo que queman o dejan de quemar. ANTONIO AVENDAÑO

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