el pingue

Tellinas


-Hola, ¿Eres Jaime?

-Sí. Tú eres Marga, supongo.
-Eso es. ..... ¿Me pasa algo?
-Nada, nada.
-Me miras tanto que no sé...

El trozo de lo que parecía perejil se le había encajado entre el colmillo y el incisivo. Cuando sonrió hice grandes esfuerzos en no mirar su boca, pero creo que fue inútil.
Tenía una bella sonrisa. Los dientes parecían cincelados y pulidos, con todas las piezas en su sitio y  ningúna  superpuesta a la de al lado. Los labios no tenían herpes ni restos oscuros de haber bebido vino. Mamá nos había explicado que la cara es el espejo del alma y una buena dentadura la luz. Mamá no sabía que la había conocido por internet, en "Almas impares". Ella quería dejarme casado antes de dejar este mundo, si Dios quiere dentro de muchos años, cuando le de nietos.

Tellinas

 

Mientras compartíamos unas tortitas en el VIchiS hablamos sobre hobbies, literatura, política, estudios, gastronomía...

-¿Te gusta el marisco?

-¡Cómo no! En casa mamá lo pide a Viguesas una vez por  semana. Siempre luchó para que tuviéramos una comida variada.

-Ahá.

Hubo un silencio que no supe interpretar.

-Yo vengo de comerme unas tellinas que ha cogido mi padre esta mañana en la playa. Como está jubilado se entretiene. Luego mi madre las hace con aceite de ajos confitados y perejil picado. Está ahorrando para comprarse una turbomix porque dice que está harta de picar.

-La turbomix dice mi madre que es imprescindible en en cualquier casa. Dice mi madre que a mi mujer le va a regalar una cuando nos casemos.

También aquí hubo otro silencio

-Si me disculpas voy al váter.
-Claro, mujer.

Se colgó el bolso del hombro y sacó el neceser. A día de hoy no sé qué fue de ella. Se sentiría avergonzada. O la pudo la responsabilidad, imagino.

Letrasjuntas nº8

**** Este es el vídeo que tendría que ir con la entrada.

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