el pingue

Túrmix

La ensaladilla rusa que hizo la completó con una capa de mahonesa de bote, "suave", del Marquetmona. Prado Adela no pudo hacerla casera pues, según ella, el tener hijas adolescentes en casa traía como consecuencia que casi siempre se le cortara la emulsión

Para ella era un fracaso pues siempre, en domingo, solía hacerla con huevo, aceite de girasol, unas gotas de limon, sal y un chorretón de aceite virgen extra que le traían del pueblo, de Priego de Córdoba.

Túrmix

-Niña, ¡vete para allá, que se me corta!, solía gritar a cada una de las mellizas. Lo había intentado de todas las maneras: a mano, en batidora más potente, en turbomix.... Había desistido hasta el punto que una de las batidoras la tiró a la basura, tras un día aciago en el que tenía invitados y hubo de cambiar ensaladilla rusa por ensalada de patata, zanahoria, atún, pimiento morrón, aceitunas y pepinillos.

-No tengas hijas, Mariana, que no te dan más que disgustos, le dijo a la vecina de planta.

-¿Pero por qué dices eso, Adela?

-Pues porque siempre que voy a hacer mahonesa, o una o la otra se ponen ..., ya sabes.

-Jaja. ¡Pobres!. ¿Sabes cómo lo arreglo yo?

- No teniendo hijas......

-No mujer. Echas en el vaso del túrmix una clara de huevo bien fría, encima de la que se te ha cortado, y verás como se cuaja.

-La próxima lo intentaré, pero porque me lo dices tú. Me tienen frita, de verdad. Mira que el cura les ha dicho que no se pueden bañar cuando estén con la regla, y ellas siguen yendo...

-Adela, haz menos caso al cura. Mi hijo, que lo sé yo, no se va a quedar ciego.

 

Letrasjuntas nº9

 

 

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