el pingue

TACTO

Barro

Tierra y canto.

¿Lo que ves existe? ¿Lo que escuchas está pasando? ¿Lo que saboreas tiene textura? Y lo que hueles, ¿tiene forma? Lo que tocas es real. La tierra que rodea el canto rodado de al lado de la cepa está húmeda. Apenas la recojo siento frescor y cuando la comprimo contra la superficie tiende a secarse, aviso de día de vendimia en Finca Valpiedra. Pienso en saborear la tierra, en pasar la lengua por la piedra, en apoyarla sobre el moflete, en lanzarla dejando que poco a poco se largue de la palma de mi mano.

cepapiernas

Cepa.

Los dueños de las fincas no necesitan hijuelas, ni escrituras de plantación para saber la edad de la cepa, les basta con mirarla. Ante la pregunta  "qué edad tienen"  ladean la cabeza, adelantan una mano, la voltean y, guiñando el ojo, aseguran que son adultas o en plenitud.

cepa

Tocar una cepa vieja es trabarse en cortezas secas, llagas, callos, y cicatrices, las mismas que las de quien laborea el majuelo. Cuando se arrancan las vides se amontonan antes de pasar a ser pasto de las llamas pero, aún así, conservan su alma, son de una pieza, nunca se trocean.

despalilladora

Racimo.

Un racimo en las manos es un juego. Me gusta pasar una por encima mientas la otra sujeta. Más tarde, con tres dedos, juego a tirar de la uva hasta que cede y se desprende.

ollejo

Sentir en los dientes el estallido de una uva madura, notar la pepita y con la punta de la lengua revisar el hollejo, son un juego desde niño. Quizá, la despalilladora se creó con ese sentido y sus mútiples "lenguas" hagan eso, empujar las uvas por lo agujeros hasta que recorren el camino hacia la prensa.

parque

Bodega

Las bodegas visitadas, Dinastía Vivanco, Finca Valpiedra, Miguel Merino y Muga -seguro que todas las demás- están a la espera de la llegada de la uva. Comienza la vendimia y se nota en el ambiente. Las paredes y las vigas parecen adivinar que ya no pasaran las horas a solas, sin más compañía que la piedra de sillería, las vigas de madera y la presencia, en ocasiones molesta, de individuos que  miran con ansia de abrir una espita y arrebatar de sus panzas el fruto de meses de crianza y guarda.

tronco

Duelas

Las duelas de una barrica o tonel no son iguales. Antes de domarlas son tronco y después tablón. Se pasan una temporada a la intemperie, sufriendo aguas, granizos, sequías y remojados hasta que su superficie adquiere un tono gris y los hongos han devorado todo los que se les ha antojado. Cuando pasan por la sierra, su madera se alisa y brilla.

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Barrica y tonel

El montaje de un tonel tiene algo de juego del dominó. Con dos manos y destreza se apoyan unas contra otras hasta que se mantienen por ellas mismas, tan sólo sujetas por un aro frío. De niño aprendí a levantar las fichas de dominó, todas de una vez, como mi abuelo. (A mí no me interesaba jugar pero incordiaba hasta que era yo quien las colocaba.)

llama

La barrica va tomando forma y, bajo el fuego, sus duelas se doblan a merced de la tensión del cable trenzado "salomónicamente", que la agarra por lo que será una de sus caras.

compás

El compás deja un surco en la tabla por el que la sierra circulará bajo el mando del maestro tonelero.

El vino

Uno de los vinos me pesaba, otro encamisaba mi boca. Los menos corrían ligeros sin dejar huella. Algunos se mostraban "terrosos" hasta que con el tiempo perdían  "tensión". ¿Y los mostos? Se masticaban.

El día

La primera botella etiquetada de vino que vi por casa era de La Rioja. También recuerdo que situé la región en uno de los numerosos mapas mudos que nos tocaba hacer en la EGB. Hoy he visitado esa región que pintábamos de un color diferente al resto y a veces parecido, pues la caja de lápices  de Alpino no tenía tanta variedad. Tengo en la memoria el tacto de las pinturas de cera y se asemeja a la superficie de las barricas. Bien, ¿pero qué se siente en Rioja?. Por ahora paz y en sus campos descanso.

valpiedra

Quizá sea por el balcón mirando al meandro del edificio de Valpiedra.

Neruda

Quizá por el video sobre un año en la cepa del Museo del Vino de Dinastía Vivanco o el tacto de las páginas del libro de Neruda con su dedicatoria;

miguel merino

quizá haber disfrutado comiendo rodeado de piedra, exvotos mexicanos y la manera de ser de Miguel Merino han ayudado, .....

atardecer

Quizá haya sido el atardecer con una botella de Viña Grajera 1982 cuyo valor añadido y brutal aroma ha sido el colofón a un día sin descanso para el alma, algo de lo que no son escasos en La Rioja. Me voy a dormir y suena en mi cabeza aquella estrofa de Serrat: "...que eso no se dice, que eso no se hace, que eso no se toca". Dicho, hecho y tocado queda. Por hoy.

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