Tierra de nadie

Un juicio justo para el demonio

Carlos Dívar, presidente del Supremo y del Consejo del Poder Judicial, clausuró la semana pasada un encuentro con jueces de Marruecos, dos días de duros trabajos en los que los participantes tuvieron tiempo de recorrer Toledo y visitar el Palacio Real. Al poner fin a aquellas sesiones estajanovistas,  Dívar, que entona con la misma afectación que Antonio Gala, habló a los allí congregados del amor, claro, pero también de algo que le tenía muy desazonado: "Cuando se hacen procesos paralelos, filtraciones, yo sufro especialmente. Aquellas personas que filtran pueden creer que con ello se ganan el favor de la opinión pública. Esto es vanidad de vanidades, porque cuando les toque a ellos serán atacados sin piedad", sentenció.

En aquel momento se hacía difícil interpretar las palabras de este rapsoda de la Justicia ("partir es morir un poco", "la humildad precede a la gloria", y así), pero recientemente se ha sabido que el Consejo ha abierto diligencias informativas contra José Castro, el juez que investiga las andanzas de Iñaki Urdangarín, para determinar qué medidas ha tomado para evitar esas filtraciones del sumario que tanto hacen sufrir a Dívar y también a la Familia Real.

Si no fuera una maniobra muy grosera, habida cuenta de que es imposible exigir al juez que vele por el secreto de unas actuaciones a la que tienen acceso más de un centenar de personas, parecería que se le intenta presionar o, cuando menos, distraer de la que tendría que ser su función principal: aclarar el destino que el duque de Palma ha dado al dinero público que ha obtenido con mucho arte desde una institución sin ánimo de lucro. De no ser porque tenemos la certeza de que Urdangarín es un caballero y, como dice su abogado, está dispuesto a pedir disculpas si ha hecho algo incorrecto, y de que Zarzuela jamás se atrevería a manipular a la Justicia en su favor, tendríamos ya la mosca detrás de la oreja.

Escuchar a Dívar fue muy instructivo, sobre todo cuando recordó a Tomás Moro: "Si en un pleito entre el demonio y mi padre el demonio tuviera razón, le daría la razón al diablo". Así es nuestra Justicia.

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