Tierra de nadie

Google, Bermudas, impuestos. Buscar

Quienes hayan leído en la agencia Bloomberg el reportaje de cómo Google evita pagar casi un 98% de sus impuestos con un alambicado pero legal trasvase de fondos desde Irlanda a Holanda con destino final en las Bermudas, habrán podido vomitar a gusto al recordar cómo los líderes mundiales iban a insuflar ética al capitalismo y acabar con los paraísos fiscales. Por si les ha quedado algo en el estómago, les extracto unas declaraciones que el patrón del buscador, Eric Schmidt, hacía en 2006 a la periodista Patricia Fernández de Lis sobre los ejecutivos de la compañía: "No han venido a Google a hacer dinero, sino a cambiar el mundo".

El caso es que Google se habría ahorrado en tres años 3.100 millones de dólares en impuestos –su parte alicuota en España-, lo cual no deja de ser una simple anécdota ya que, como es natural, los asesores fiscales de la multinacional son muy listos, pero no más que los del resto de las multinacionales, y si, por casualidad, no son capaces de establecer un itinerario desde Holanda a las Bermudas, unas islas mágicas donde desaparecen por igual los aviones y la pasta, bien pueden montar un tour por Panamá o Belice, que también son el paraíso de cualquier golfería.

Mientras estas grandes corporaciones evitan pasar por caja, sus directivos, tipos que, por lo general, van al médico de cabecera en jet privado, no dejan de darnos lecciones sobre cómo salir de la crisis, un recetario que siempre incorpora como primer plato el desmantelamiento del Estado del Bienestar. Sus argumentos derrochan lógica: con lo poco que se ingresa y lo mucho que ellos defraudan, no hay quien pague el frenadol a los abuelos, que además ahora viven más que las tortugas.

Como el tal Schmidt tiene un buscador muy eficaz sabrá que aquí hasta hace dos telediarios los ricos podían montar una Sicav con más ventajas que en Andorra pero sin tanto frío, y que a los evasores fiscales Hacienda no les cita en la comisaría para que expliquen por qué tienen cuentas millonarias en Suiza o en Liechtenstein sino que les da un plazo para que regularicen su situación. Los demás usamos Google para informarnos sobre los trabajos del G-20, reunido esta vez en Corea. Está costando esto de refundar el capitalismo, así que tengamos a mano el Primperan por si nos vuelven las náuseas.

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