Tierra de nadie

¿Soziedad Alkohólika? Que me la toque Julio Iglesias

Ana Botella tiene sus propios gustos musicales y lo sabes. A la alcaldesa le va le va le va Julio Iglesias y a Aznar también, porque Julito es un truhán y es un señor, pero sobre todo es Marca España en estado puro, un patriota de tomo y lomo que cuando te dice aquello de que si no se rompe la noche haremos locuras nuevas con el amor que nos sobre te deshace. Al PP en general le gusta la buena música y eso se paga, algo de lo que se han venido ocupando las distintas administraciones en las que gobierna con contratos diversos a los Iglesias, padre, hijo y espíritu santo. Amén.

El matrimonio que aún gobierna Madrid es muy fan de Julio, hey, aunque para las celebraciones familiares, tal que la boda de Anita, el elegido fuera Tito Muñoz, otro representante de la canción protesta con música de rumba. El verano pasado en Marbella, Botella, Aznar, junto a Ignacio González y su señora, que al parecer tienen un ático en la zona, fueron al concierto de su ídolo y ya antes de empezar con su último éxito -Canto a Galicia- el de Miami dijo aquello de creía "en la España junta" y se les metió en el bolsillo. En agradecimiento, Botella le nombró hace unos días hijo predilecto de Madrid, entre otros motivos por su madrileñismo, por su españolidad y porque a la alcaldesa le ha dado la real gana.

Las comparaciones son odiosas, pero entre Julio Iglesias y esa gentuza de Soziedad Alkohólika, que les ves por la calle de noche y te cambias de acera, no hay color. Los de Vitoria no cantan al amor, no saben quién es Nathalie en la distancia y Gwendolyne como que se la fuma. Piden capar a los violadores –"contra la agresión, castración"-, se burlan de la policía –"ay que jodido es ser madero en un lugar donde me consideran extranjero, porrompompero"-, son antimilitaristas, antifascistas, propalestinos y muy ateos –"esos putos ritos no son muy bonitos"- y para colmo la AVT los denunció por proetarras y por ahí sí que no se puede pasar por mucho que todos los procedimientos que les han abierto por enaltecimiento del terrorismo hayan sido archivados.

Los de Soziedad Alkohólika querían tocar en Madrid y Botella lo ha prohibido porque una cosa es ser tolerante y otra muy distinta que estos thrash metal, hardcore punk o lo que sean vengan aquí y berreen lo de "insumisión al Ejército y a la nación" y se monte un pollo del quince. Había, tal y como lo han plasmado en su informe los analistas de la Policía Municipal, un peligro de alteración del orden público, y ante eso hay que actuar sin contemplaciones. Otra cosa sería si jugaran al fútbol.

Los argumentos son contundentes. No es ya que algunas de sus letras sean "hirientes y desafortunadas", especialmente la de Explota Zerdo, que es la caña, es que ha habido grupos de "ideología contraria" que se han opuesto al concierto en las redes sociales y ante eso sólo se queda suspender el acto no vaya a ser que haya lío y de los gordos.

No es cuestión de ideología sino de seguridad, y lo que no se explica es que los Alkohólikos lleven ya 800 conciertos en España y más de 30 en Madrid, con el peligro que tienen. ¿Está la extrema derecha detrás de la prohibición? No, sólo Ana Botella. La vida sigue igual, que diría Julito.

Más Noticias