Tierra de nadie

Los culpables de la corrupción

La realidad se ha empeñado en confirmar que la corrupción es un fenómeno muy liberal y que el PP no tiene el monopolio. Basta colorear de negro las comunidades afectadas por esta forma de latrocinio para comprobar que el país es una pústula en el mapamundi, cuya extirpación completa salpicaría de heces al rincón más impoluto. El último foco se ha detectado en Cataluña, que antes era un oasis y ahora una fosa séptica, con la singularidad de que ha mostrado hermanados a cargos públicos del PSC con prebostes del pujolismo. Estar de mierda hasta el cuello une bastante.

También en este caso, la clase política se ha visto sorprendida en su buena fe. Su ignorancia es tan clamorosa como su amnesia. Maragall le dijo a CiU que su problema era el 3% pero, en cuanto Mas le replicó que se metiera por la barretina su Estatuto, se olvidó del asunto, y eso que aún no estaba enfermo. Millet, el salteador del Palau, regó con sus desfalcos a diestro y siniestro, aunque todos se asombraron mucho de que robara siendo de tan buena familia. Hasta Pujol amenazó hace unos días con tirar de la manta. ¿Sabría a qué se dedicaban Alavedra y Prenafeta, los puntales de su gobierno detenidos? Pues claro que no. ¿Nos vamos a hacer daño a estas alturas?

La conducta del Molt Honorable es irreprochable y, sin duda, mienten los que afirman que se reunía con constructores en las oficinas de la Generalitat en la calle Montalbán de Madrid para recordarles que tenían que pasar por caja. ¿Por qué le diría entonces Florentino Pérez a la ex ministra Matilde Fernández, cuando la acosaba para que apoyara la recalificación de la Ciudad Deportiva del Madrid, que él se entendía bien con todos los gobiernos menos con el de Pujol porque le pedía un porcentaje de las obras? Tremendo arcano.

Lo escandaloso no es que se atraque sino que quienes han alentado el delito se encojan de hombros o se enzarcen en reproches. Son ellos y sus enjuagues los responsables de esta crisis económica sin precedentes. ¿Acaso este fracasado modelo productivo basado en la construcción y en la especulación surgió de la nada? Aquí se ha construido sin medida porque cada obra pública, cada piso, cada recalificación enriquecía a alcaldes, concejales de urbanismo y a los intermediarios de los partidos. Ha sido el sostén de unos políticos corruptos, que ahora nos proponen salvarnos de ellos mismos.

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