Hace algo más de un mes los diputados de Esquerra Republicana de Catalunya plantearon una proposición no de ley para que se suprimieran las generosas primas a cobrar por la selección española de fútbol durante su participación en el próximo Mundial de Sudáfrica, a celebrar en el mes de junio. Si reducir esas primas nos pareció razonable entonces a algunos, ante la inminencia del recorte social que todos nos temíamos, ahora que los hechos se han consumado por un voto en el Parlamento de la nación debería parecernos mucho más, pues pocos esperábamos que la crisis la iban a pagar de modo tan drástico pensionistas, funcionarios, parejas por cada uno de sus hijos y personas dependientes.

Como la propuesta del citado partido cayó en el olvido, no está de más rescatarla el mismo día en que el Gobierno decreta ese recorte y nos consta, además, que nuestros futbolistas serán los mejor pagados de cuantos van a competir en tan afamado evento global. Ningún equipo entre los 24 concurrentes superará las primas del español, con un total de 550.000 euros por cabeza, más la retibución doble del entrenador. El monto está muy por encima de lo que percibirán los deportistas de Inglaterra (470.000), Alemania o Francia, países de nuestro entorno cuya situación económica es substancialmente mejor y donde sus gobiernos no han aplicado recortes sociales de la entidad de los que vamos a sufrir aquí.

Téngase en cuenta que la Federación Española de Fútbol es una entidad asociativa de utilidad pública -cuyos presupuestos son controlados por el Consejo Superior de Deportes-, que los recursos de las federaciones deportivas provienen en parte de subvenciones públicas y que los Presupuestos del Estado reconocen una asignación anual a esas entidades. También vale recordar que los 14 millones de euros que se embolsarán 24 personas por dos semanas de competición equivalen al sueldo de un millar de mileuristas por todo un año de trabajo.

+@El negocio del fútbol en plena crisis mundial