El desconcierto

La inflexión política del coronavirus

Nuestro compañero Juan Tortosa dio en el clavo el pasado miércoles cuando se preguntaba por qué Televisión Española no dio la rueda de prensa del pasado martes del presidente de Gobierno; probablemente, hoy mismo nos podemos volver a preguntar por qué la rueda de ayer no se dio hasta a las 16 horas en el primer Telediario. Dos ruedas de prensa anómalas, en poco más de unas cuarenta ocho horas, suscitan muchos interrogantes que escapan del área de comunicación de la Moncloa y que no tienen respuesta oficial por ahora. Sea cual sea la razón, el hecho bien cierto es que de la intervención de Pedro Sánchez parecen apuntarse a algunos cambios que, sin modificar su política, podrían suponer un punto de inflexión.

Nada más lógico, por supuesto, que el presidente del Gobierno trate de incorporar al último borrador de los Presupuestos, anterior al coronavirus, las graves consecuencias económicas de la pandemia. Con razón los calificó más apremiantes que nunca aunque no se ve como va a poder aprobarlos sin los escaños de Esquerra Republicana. Los republicanos no van a votarlos antes de las urnas catalanas y estas elecciones están en el aire, sin ni siquiera haber sido convocadas, tras la probable suspensión de las vascas y gallegas. Salvo que los de ERC hayan optado por el suicidio, sobre todo después del escándalo de la dimisión de su consejero Alfred Bosch, a  Pedro Sánchez no pueden salirles los números parlamentarios.

Será azar o no, pero simultáneamente Inés Arrimadas, vencedora en el Congreso de Ciudadanos, ofrecía a Pedro Sánchez sus diez escaños con tres condiciones nada condicionantes. Es decir, da un paso adelante en relación con el último plan de Casado del lunes por la tarde, que rectificaba sus posturas del lunes por la mañana, en dirección a poder intentar encontrar alguna síntesis entre el Gobierno y la oposición. Habrá que esperar, pues, a la reunión del presidente del Gobierno del próximo lunes con todos los líderes de los grupos parlamentarios y, sobre todo, al pleno del Congreso de los Diputados, fijado para el 24 de marzo, para despejar si la Moncloa amplía su mayoría parlamentaria.

Pero es una posibilidad nada probable si el resto de los socios de la actual mayoría parlamentaria se negasen a aceptar la oferta de Ciudadanos en el caso de que Sánchez pensara aceptarla. Aunque la necesidad de sumar viene derivada de la evidente imposibilidad de Esquerra Republicana de votar los Presupuestos y, por consiguiente, de la urgencia de dar una salida política a la angustiosa crisis creada por el coronavirus. ¿ Quien se atrevería hoy a impedir una ampliación de la mayoría del Gobierno que lo consolidara definitivamente ?Terminar con la supeditación a la cuestión catalana, responder a los desafíos de la pandemia y  responder a la muy  creciente angustia económica reflejada por la mayor caída de toda la historia de la Bolsa.

Lógico, pues,  que la duda se apodere de Sánchez, de su gobierno y de sus socios. Aunque la oferta de Cs llega tarde porque Albert Rivera impidió proponerla antes del 11 de noviembre, lo que le hundió definitivamente. Puede haber en la Moncloa quien piense que más vale tarde que nunca. Hay quien se sienta tentado de subirse a ese tren, quien lo dude y quien sostenga que ese no es su tren. Ya ocurrió en febrero de 2017 cuando la izquierda populista se negó al non nato gobierno de Sánchez con Ribera , aunque hoy las circunstancias son muy distintas. Con el agua al cuello del corona virus no hay más salvavidas si ERC continúa negando prestar el salvavidas de la estelada.

Probables cambios económicos y políticos que se operan, además, cuando todos los caminos del coronavirus llevan a repetir Roma. Si como sostiene Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, in questo momento in Europa siamo tutti italiani, viviremos en una docena de días en el  mismo escenario que viven los italianos agravándose las consecuencias humanas, económicas sociales y políticas del coronavirus en el conjunto de la sociedad española. Pese a que el presidente Sánchez ha afirmado que haremos lo que haga falta, falta por saber cómo se traduce esa afirmación en la política del gobierno que preside. Será necesario esperar a la tercera rueda de prensa para conocer la traducción y el marco político de lo traducido.

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