Otra economía

¿Qué dice y qué oculta la tasa de desempleo?

Fernando Luengo
Economista y miembro del círculo de Chamberí de Podemos
https://fernandoluengo.wordpress.com
Twitter: @fluengoe

La tasa de desempleo oficial aporta, por supuesto, una información muy relevante: ¿Cuántas personas en edad de trabajar y que buscan activamente un empleo, lo consiguen? Mientras que el pensamiento económico convencional sostiene que la moderación y la flexibilización de los salarios (a la baja) permite aumentar el nivel de ocupación, reduciendo sustancialmente o eliminando el desempleo, la realidad es que, a pesar de vivir un largo periodo de represión salarial, se ha mantenido, con importantes diferencias entre países, en cotas relativamente elevadas.

Pero, más en concreto, veamos cómo ha evolucionado la tasa de desempleo en el conjunto de la Unión Europea (UE) y en España una vez superada la recesión y recuperada la actividad económica (2014-2018). Según Eurostat, el volumen de desempleo en la UE, como porcentaje de la población económicamente activa, pasó del 10,2% en 2010 hasta el 7,3% en 2018. La misma evolución se registró en nuestra economía, que acreditaba en este último año una tasa de desempleo del 15,3%, nueve puntos porcentuales inferior a la de 2014.

Esto es lo que dice la tasa de desempleo oficial. Pero cabe otra manera de calcular dicha tasa, que ofrece una información más completa y realista. La tasa de desempleo "real", además de la población en edad de trabajar que ha buscado, sin obtenerlo, un empleo en las cuatro semanas previas a la recogida de información, incluye: a) las personas que tienen un contrato a tiempo parcial y desearían tenerlo a tiempo completo, b) las personas que quieren trabajar, pero, según los estándares estadísticos habituales, no buscan activamente un empleo, y c) las personas que, buscando un empleo, no están inmediatamente disponibles (por razones de estudio o enfermedad). Estos dos últimos grupos están encuadrados en las estadísticas oficiales como población inactiva.

Con esta metodología, encontramos que las respectivas tasas de desempleo, calculadas esta vez como porcentaje de la población con edades comprendidas entre los 15 y los 64 años, son notablemente más elevadas. En el caso de la UE28, habría alcanzado en 2014 el 14,8%, situándose en el 11,4% en 2018. Los datos de la economía española, mucho peores, serían, respectivamente, del 28,1% y 19,7%. Aplicando un criterio similar, la Oficina Estadística de Estados Unidos, que ofrece información de ambas tasas de desempleo, revela que el paro real duplica el oficial.

Cuando todos los indicadores económicos apuntan en la dirección de una nueva crisis y en un escenario de evidente desaceleración del ritmo de crecimiento del Producto Interior Bruto, los muy altos niveles de desempleo real, el que verdaderamente hay que tener en cuenta, son una pésima noticia, que revela el fracaso de las políticas económicas aplicadas hasta el momento, tanto por los gobiernos conservadores como por los socialdemócratas. El capitalismo no sólo es incapaz de ofrecer puestos de trabajo suficientes y de calidad (decente, en la terminología utilizada por la Organización Internacional del Trabajo), sino que el desempleo y el infraempleo constituyen piezas básicas para presionar a la baja sobre los salarios; devaluación salarial y acumulación capitalista son las dos caras de la misma moneda.

 

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