Solución Salina

Emilio José le cambia el nombre a Emilio José

Crédito: hangtheguille

- Oye, actúas en Palma.

- ¿Yo...? No.

- Qué sí, que estás anunciado.

- Uhm...

Emilio José, triunfador en el Festival de Benidorm con Soledad, allá por 1973, cuelga el teléfono aturdido. Alguien lo ha llamado para que le confirme que va a actuar en Baleares, pero a él nadie lo ha contratado. Luego, recibe la revista de la AIE y ve que forma parte de los Artistas en Ruta: concierto en Bilbao, en El Puerto de Santa María, en Ponferrada... Algo falla, pero entonces lee la letra pequeña: "El de Apeiron debuta con un CD doble [...]. Se trata de una estampa en la que su autor imagina a Elis Regina, Debussy y Marvin Gaye coincidiendo a principios de otoño de 1987 en un pueblecito de Galicia sin más ocupación que la de dejar escrito un legajo que encontraría Emilio posteriormente. El reto es ese: reinterpretar la partitura con mi desastrosa voz". Obviamente, concluye el intérprete de Mi barca, se trata de otro Emilio José.

En concreto, hablamos de un chaval de Quins, parroquia de Melón, pueblecito ourensano donde vive Emilio José y otras 1.500 personas más. Lejos de la canción ligera de su tocayo, musicalmente "fusiona modernidad y tradición con acierto, en las que no renuncia al gallego sino que lo acerca a la bossa nova y al rap cuando le apetece predominando la melodía sobre la lengua utilizada", escribe en La Fonoteca Fernando Fernández Rego.

"En el uso de la retranca y la ironía sus composiciones recuerdan a unos Resentidos pasados por un filtro minimalista. Tampoco se olvida del tropicalismo, en ese sentido también se aproximaría —salvando las distancias, Emilio es mucho más divertido— a El Guincho", añade el autor del libro 50 Anos de Pop, Rock e Malditismo na Música Galega (Toxosoutos, 2010). O sea: moderneo enxebre, electro-regueifas lo-fi y una nómina de fans que comienza por Julieta Venegas y termina con un par de señoras coruñesas que, a la tercera canción, deciden largarse de un concierto suyo porque ellas habían ido a ver a Emilio José, pero al otro.

Emilio José Soledad se pone en contacto entonces con la AIE (Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutantes), habla con Luis Cobos y decide telefonear a Spanish Bombs, la agencia que representa al artista. "Ha llamado esta mañana de buen rollo y nos ha explicado que lleva 40 años tocando con su nombre, que está registrado", relata Carlos Mariño, mánager del ourensano, quien se puso en contacto inmediatamente con el hacedor de Chorando apréndese (Foehn, 2009) para transmitirle la noticia. Emilio José Quins tenía que cambiarse el nombre.

"Tiene cojones, él también tiene barba"

"El que más mola es un símbolo como el de Prince. Seré El Aspirante a Artista Anteriormente Conocido como Emilio José. Pero con las siglas en inglés. A ver cómo quedaría... Bueno, en español también sirve: EAAACCEJ", avanza el músico barbado. Aunque, en realidad, ambos... "Sí, eso tiene cojones, porque encima él también tiene barba", comenta entre risas Emilio José Soledad, que deja claras sus intenciones. "Quiero que cambie su nombre, pero no que deje de cantar. Él se llama Emilio José González y he estado pensando que Emilio González es un nombre de puta madre... y no deja de ser el suyo".

Pues va a ser que no. Emilio José podría pasar a ser The Real Emilio José, una denominación que podría sonar a ¿cachondeo? "Me parece una locura que pasen estas cosas y que no pueda utilizar para cantar mi nombre, que era el de mis dos abuelos, Emilio y José. Es ridículo: nadie se confunde a no ser que esté muy despistado, porque nuestros estilos y edades son distintos", se queja el músico melonés, quien nunca se había planteado un conflicto por este motivo. "Tenemos público muy diferentes. Bueno, él tiene un público y yo me lo estoy haciendo. Él es un artista masivo que permanece en el subconsciente colectivo. Yo...".

Él, le tomo la palabra, encarna la gran esperanza blanca del pop gallego. Con un micro, un ordenador y la acción cut, copy & paste bien aprendida, ha facturado en Estudios Copacabana (la habitación de su primo, ex miembro de Apeiron y colaborador ocasional Álvaro Lorenzo) un puñado de canciones, epés y álbumes que versan sobre la vida en el campo, las relaciones de amor y la independencia de Ourense. Votante en las elecciones europeas de Extremadura Unida y ex oyente fiel de Jiménez Losantos, según le confesó a María Yáñez en una entrevista publicada en la revista Viralatas (pdf), defiende la música compuesta en la periferia. "Nadadora recibió algunos palos de la crítica hace dos años porque sus arreglos dicen que eran pretenciosos", le contestó a la periodista lucense. "Eran pretenciosos porque eran gallegos, si fuesen catalanes, madrileños o vascos serían la hostia".

Sin embargo, para la critica especializada, Emilio José lo es. David Saavedra ha ensalzado la figura de este "joven inconformista y demasiado inquieto" salido de una aldea perdida en el mapa de carreteras comarcales de Ourense. "Un poeta romántico de personal lucidez en su sinceridad, su paranoia y su retranca, y en ambas facetas, indisolubles y plasmadas con desenfado y libertad creativa máxima, radica el gran encanto de una obra sin parangón. Chorando apréndese no es un mero frikismo de estética feísta: es una obra introspectiva que llega adentro y emociona. Un hito en la música popular gallega (y no sólo gallega) que, me temo, lamentablemente se va a quedar como un islote perdido en medio de la nada".

Su proyección, un año y medio después, ha crecido, no sólo por su participación en grandes festivales sino también por su querencia a tocar en cualquier villorrio, como puso de manifiesto en el verano de 2008 con una gira apta sólo para supervivientes. "Con un presupuesto ínfimo", contaba Yáñez, "llegaba al sitio donde quería tocar, con carteles hechos por él mismo que anunciaban el concierto. No cobraba. Se alimentaba de barras de cereales, y lo llegó a pasar mal con la ola de calor de agosto, porque desconocía un detalle, y es que en el rural español no tienen fuentes como las de aquí. Cáceres, Murcia, Cuenca, Zaragoza... El diario de la gira aún se puede leer en el blog Amigos de España, mientras Emilio asegura que tiene ganas de repetir, pero en Azerbayán o en un país así".

Por esos mundos de dios andaba cuando Carlos Mariño lo descubrió gracias a Julieta Venegas, con quien había trabado amistad a través de internet. El representante de Dover y Kiko Veneno no lo dudó y, pese a contar con un caché infinitamente inferior, lo incluyó en su nómina de artistas y comenzó a moverlo.

Emilio Ying-Yang José

Pero volvamos a la lucha de Emilios Josés, que nos recuerda, salvando los cardados y las distancias, al enfrentamiento tête à tête de las Tamaras. ¿Hay en este caso un Emilio José bueno y un Emilio José malo como hubo –en función, eso sí, del gusto del cliente– una Tamara la buena y una Tamara la mala? Emilio José Soledad no da arrancado cuando se le pregunta qué le parece la música de su sosias (más que un aire, tienen una brisa) y, tras un "no lo he escuchado", reconoce: "He oído algo en internet, pero no tiene nada que ver conmigo". Emilio José Quins presenta sus respetos a un clásico de la canción melódica: "Lo conocía de la televisión, de los programas de fin de año. No lo he escuchado en profundidad, pero su música está bien, claro". Melón gana a Córdoba a los puntos.

En cuanto a la marca registrada, la sangre no llegará a las pozas de Melón. Ni siquiera ha hecho falta tarifar. Emilio José Soledad pensó, desde el primer momento, en "arreglarlo" para que "no hubiese confusiones", apunta. "No quiero hacerle daño al chaval y le deseo lo mejor, pero si necesitas 40 años para crearte un nombrecillo... Imagínate que alguien va a verme y se encuentra con él, o al revés; que me paguen derechos por una canción que no es mía, que mezclen mis canciones y vídeos con los suyos, como ocurre. Es una movida un poco extraña, pero a nivel profesional yo defiendo un caché y unas condiciones. Vamos a buscarle a esto una solución", sentencia.

Confusiones, confusiones... El melonés afirma que, además de la espantá de las señoras coruñesas, sólo en otra ocasión se le acercó un señor antes de un concierto en Santiago para preguntarle si era Emilio José. Tal vez se había dejado las gafas de lejos en casa. El cordobés, en cambio, ilustra la posibilidad de incurrir en equívocos con una anécdota. Pendiente de confirmación, aunque no hay duda de su buena fe, podría terminar convirtiéndose en leyenda urbana o, más bien, rural: Radio Nacional de España entrevista a Emilio José Melón (por no repetirme más que el ex vicepresidente de la Xunta) y ameniza la charla con Mi barca, una pieza de Emilio José Soledad.

"A lo mejor su padre le puso Emilio José por mí. Me escribe gente que me dice que sus padres le pusieron ese nombre porque eran fans míos", elucubra el concursante de Pasapalabra, quien en junio de 2009, junto a la "actriz" Nani Gaitan, realizó "una meritoria actuación, respondiendo a todo tipo de preguntas de cultura general, actualidad y ciencia", según la biografía del artista en Wikipedia. Actualmente, lejos de los platós, trabaja en un disco con letras de poetas andaluces. "Estoy cantando más en América que en España", asegura. "No me he retirado de la música ni mucho menos. Sigo ahí, aguantando la pelea, con la que está cayendo, por no hablar de la piratería y el cierre de las compañías".

"Por cierto", deja también caer El Aspirante a Artista Anteriormente Conocido como Emilio José, "él se llama José Emilio, aunque tiene registrado el nombre de Emilio José".

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Créditos: la foto de la derecha es de hangtheguille

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