Solución Salina

Para cerrar la herida, abran el periódico

Esta mañana me he vestido de yonqui para bajar a comprar tabaco. Raro que le robe un par de horas al sueño, pero el despertador de la vejiga y una ligera cefalea me echaron de la cama abajo. Decía Suso de Toro que el alcoholismo es muy mala cosa, pero la borrachera es necesaria.

Cuando entré en el estanco –capucha calada, gafas de sol, pantalón de chándal y botines de serraje marrón: terrorífico–, pensé que al dueño le iba a dar un infarto, pero quien se acojonó fui yo. Me había atravesado ese sentimiento que uno padece cuando hace cola en un banco y por un momento cree que, en vez de protestarle a la ventanilla por la comisión de la tarjeta, va a gritar ¡todos al suelo!, en plan Tejero. Me sucede lo mismo con el escáner de los aeropuertos, que antes de quitarme los zapatos ya me pongo nervioso y empiezo a mirar a todas partes pensando que llevo en la maleta cuatro botes de Cola Cao Turbo colmados de caballo.

Como las desgracias nunca vienen solas y el refranero se presta a hacerles sitio, en mi cocina llueve sobre mojado desde hace tres días. No me había percatado de que la gotera premonitoria, que comenzó en año nuevo, nada más llegar a casa tras los míos, seguía allí, como un reloj de agua, chop. Con la vitro impracticable, tuve que arrastrarme a la calle de nuevo y, después de tomarme un café en una taberna regentada por una adorable pareja de emigrantes gallegos, decidí acercarme a la plaza. Público se había agotado: normalmente, venden la mitad, pero hoy habían despachado los treinta ejemplares que reciben cada amanecer.

Tiene razón Xosé Manuel Pereiro al afimar que la solidaridad con los diarios se demuestra en los quioscos. También es cierto que el apoyo no basta sólo cuando los telemaratones, sino que debe practicarse día a día, como lo que contaba de follar, que no es cosa de sábados. En fin, que no había periódico, eso que huele tan bien, ensucia las manos y sirve para secar la cocina inundada. Entonces, ya en casa, llamaron al timbre y un señor franqueó la puerta.

Después de departir con él durante quince minutos, escuchar que la marejada era brisa, cederle una escalera de madera, dejar que me agujerease el falso techo y darme cuenta de que las cataratas del Iguazú, comparadas con el torrente que se nos venía encima, son pataca minuta –que diría el exconselleiro Pérez Varela–, le pregunté quién es usted. El fontanero, me respondió, con lo que todavía me entró más canguelo.

Yo tenía que estar escribiendo ahora sobre Julio Camba, pero me acabo de acordar de que hoy publiqué en el papel un reportaje sobre Lois Pereiro con el gancho de que Libros del Silencio ha editado en español Poesía última de amor y enfermedad, el descarnado testamento vital que elevó a este dandi libertario con aura de maldito a la cumbre de la poesía estatal. Y me puse a teclear esto, porque ahora que vuelve el panfleto procede recuperar su Modesta proposición, donde sugiere: "Para no perder totalmente la fe en nuestra capacidad de respuesta tenemos que apoyar con generosidad cualquier avance, y cualquier idea crítica". Creo que Público, tendido en la camilla de Pozoblanco, habrá podido pecar de algunos defectos –no más que el resto de las cabeceras–, pero ha tenido a gala darle voz a la disidencia, a lo alternativo, a la indignación, a lo diferente, a los sin voz.

Le dijo Paquirri en aquella enfermería infecta al doctor Morán y les digo yo a los que han llegado hasta aquí: "Lector, yo quiero hablar con usted. La cornada es fuerte. Tiene al menos dos trayectorias, una para acá y otra para allá. Abra usted todo lo que tenga que abrir, lo demás está en sus manos. Y tranquilo, lector". Henchido de valor, el torero no murió por el costurón causado por el empitonamiento, sino por la falta de medios para detener la hemorragia, fecunda y caudalosa como la gotera de mi cocina. Yo creo que ustedes también deberían abrir el periódico cada mañana. Es la única trayectoria posible.

______________________________________________________________________

También estoy en Twitter y Facebook

Más Noticias