Ciudadana en el Congreso

Rebelión gubernamental

Muchas son las cosas inéditas que estamos viviendo en los comienzos de esta XI Legislatura. Lo inédito no en sí mismo negativo ni positivo, simplemente es desconocido o nuevo. En estas especiales circunstancias políticas, tenemos la responsabilidad de actuar con el mejor ánimo, respetando nuestras normas y engrandeciendo los forjados y pilares de nuestra Democracia.

Paradójicamente, quien está actuando de manera más imprudente e insensata, es el actual gobierno en funciones, es el Sr. Rajoy y el PP.

Lo que ha ocurrido en el día de hoy, con la incomparecencia del Gobierno al llamamiento del Congreso, no sólo es inédito sino que es dañino para nuestra Democracia. Uno de los tres poderes de nuestro Estado, el Ejecutivo (en funciones) se encuentra a la fuga. Existe una rebelión gubernamental.

Ha sido el Ministro Morenés el primer protagonista de este acto y parece que no sé el último, Rajoy quiere también participar de ello.

Mariano Rajoy ya demostró dando "calabazas" al Rey en el proceso de investidura que no tiene pudor en bloquear las instituciones y los propios procesos constitucionales. Por mucho que se empeñan luego en escenificar defensa de principios constitucionales como la unidad de España, sus hechos les contradicen.

El informe y la comunicación que emite el gobierno y que entra en contradicción con el elaborado por los letrados de la Cámara cuestiona nuestro sistema parlamentario.

El Congreso, los Diputados y Diputadas, representamos al pueblo español. Y es en el pueblo español donde reside la soberanía nacional de la que emanan el resto de los poderes del Estado. Qué parte de estos principios constitucionales no han entendido o no aceptan, es lo que cabe preguntarse en esta situación.

Las Cortes Generales controlan la acción del Gobierno esto es lo que dice nuestra Carta Magna, no distingue entre si se está en funciones o no.

No cabe el argumento fuerza de que no gozan de la confianza de este parlamento, precisamente por eso, y en el ámbito de las funciones encomendadas es más necesario, si cabe, este control. El sometimiento al control parlamentario no es sólo para dar cuenta de la gestión a la Cámara que le otorga la confianza, lo es para responder ante quienes representan al pueblo español. Esto es lo que fundamente nuestro sistema democrático.

Como ejemplo de lo anterior, el Gobierno también se somete al control del Senado, aunque esa Cámara ni le otorga la confianza ni puede someterle a una moción de censura.

Al margen de los razonamientos jurídicos, y de la opinión de los constitucionalistas, cuesta comprender que persiguen con esta rebelión, generando este conflicto institucional. Realmente creen que es bueno para España, que el poder Ejecutivo y el Legislativo entren en un conflicto de esta magnitud.
Le parece razonable a Rajoy, al que tanto le gusta hacer llamamientos al sentido común, que el Gobierno de "plantón" al Congreso. Han llegado a decir que "nos vemos en los tribunales". A nosotros no nos gustaría que esto sucediera.

Es grave lo que está sucediendo, y los socialistas decimos que no es una anécdota, que un inédito momento como éste cualquier decisión sienta un precedente. No estamos dispuestos a renunciar al papel que le corresponde al Parlamento como representante de la ciudadanía de nuestro país, y no estamos dispuestos a aceptar poderes absolutos, ni tan siquiera en funciones.

Esta circunstancia nos urge a actuaciones no sólo ante el Tribunal Constitucional si se diera el caso. También debemos empeñarnos en lograr los acuerdos necesarios para poner fin a este gobierno, y ofrecer a nuestro país un gobierno que represente la voluntad expresada por la ciudadanía el ya lejano 20 de Diciembre. Un gobierno de cambio, capaz de emprender reformas necesarios para el crecimiento económico y reconstruir la cohesión social, así como recuperar la confianza en la Política y en las instituciones españolas.

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