Sombreros de colores

Ayer (beneficencia) ¿vendrá?

"Ayer vendrá" es el título de un libro y de un poema del poeta granadino Luis Rosales que nos ha inspirado los momentos por los que estamos pasando en la sanidad española. Hay títulos de sus poemas que también podríamos utilizar para la situación actual: "Nadie sabe hasta dónde puede llevarle la obediencia" y añadimos un tercero: "Al parecer todos estamos predestinados a que nos hagan la puñeta"

Y con estos tres títulos como bandera, nos gustaría entrar en dos artículos de los que nos gustaría entresacar algunos párrafos:

1. Recortes y datos del sistema sanitario escrito por nuestros compañeros de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Luís Andrés López y J Ignacio Martínez que tiene como uno de los mensaje fuerza la idea de que: "Algunas personas aún podemos recordar cuando existía en España un sistema para pobres; se llamaba beneficencia y era de baja calidad".

Cuando en Europa se discutía la creación del Estado del Bienestar, Richard Titmuss, desde la London School of Economics lo supo ver con claridad al sentenciar: "Un servicio para los pobres se convierte inevitablemente en un pobre servicio cuando la clase media, políticamente activa, los abandona".

Algunas personas aún podemos recordar cuando existía en España un sistema para pobres; se llamaba beneficencia y era de baja calidad. La calidad para todos llegó a nuestro sistema sanitario cuando se integraron el conjunto de redes públicas existentes con las de la seguridad social, creando un sistema nacional de salud de carácter universal, para ricos y pobres. Si queremos seguir siendo una sociedad cohesionada tendremos que defender con fuerza la universalidad, el que sean para todos los servicios públicos más valorados y necesarios.

Nuestro sistema de cobertura social es demasiado bueno como para dejarlo en las manos exclusivas de estos políticos del siglo XXI que, embebidos del pensamiento único, destilan sus esencias.

No es cierto que puedan introducirse mejoras en su eficiencia global generando a la vez beneficios para los accionistas de las empresas privadas.

2. Las declaraciones de Joan Benach a Diario Médico: "Hay riesgo de una sanidad para ricos y otra para pobres".

Él, profesor de la Universidad Pompeu Fabra, investigador en desigualdades en salud y coautor del libro titulado La sanidad está venta (Icaria Editorial) , lo explica así:

"Hay suficientes indicios de que no estamos sólo en un momento de recortes sino también de probabilidad y riesgo muy alto de cambio de modelo sanitario por uno doble: para ricos y pobres".

El artículo comenta que "el mensaje principal del libro es que hay que defender el sistema público de salud de las políticas neoliberales y de desmontaje del Estado de Bienestar y financiarlo suficientemente por una fiscalidad progresiva, pero también mejorarlo, centrándolo en la salud y no en la enfermedad y la medicalización creciente y hacer que garantice la equidad, la eficiencia, la calidad y disminuya las desigualdades, especialmente en época de crisis. Exponen la teoría de un "golpe de estado" contra la sanidad pública en el que intervendrían los intereses económicos de una minoría que quiere hacer de la sanidad pública un negocio, y terminan diciendo: "La ciudadanía debe saber lo que nos jugamos. El crecimiento de un movimiento popular, participativo y valiente, que defiende y promueve la mejora de la sanidad pública es motivo de esperanza".

"La atención sanitaria en España, pública y universal, sin ser perfecta es buena y ha costado mucha lucha y esfuerzo; la prueba es que no todos los países la tienen. Ahora hay un riesgo muy alto no sólo de que resulte recortada sino incluso privatizada, apoyándola sobre una base más mercantil que no de derechos de la salud. El modelo mercantil es más ineficaz e injusto y produce desigualdades y afecta a la salud especialmente de la población más modesta"

Otras evidencias que pone de relieve son los datos sobre doble cobertura (pública y privada), que están aumentando ante el temor de la ciudadanía de un empeoramiento de la sanidad pública (aunque también por la guerra de precios a la baja en las pólizas colectivas de las compañías aseguradoras); y que hay grandes grupos privados y de capital riesgo volcados especialmente ahora en el negocio de la sanidad, "que es un campo con un potencial muy alto".

En nuestra opinión, los dos discursos plantean la necesidad de luchar para defender un sistema público de salud como hemos conocido en los últimos años, mejorando ineficiencias, con cambios en la práctica profesional, en la participación de los pacientes y en lo que hacen los gestores, pero principalmente influyendo en los políticos de la necesidad de preservar un sistema del que estamos orgullosos, porque no queremos volver a la BENEFICENCIA.

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