Entre leones

La izquierda que se mueve

Una plataforma de izquierdas acaba de arrancar de cara a las próximas elecciones legislativas. En ella se están integrando militantes de Podemos, Equo e IU.

Sobre la base de las coaliciones que han ganado las alcaldías de Madrid, Barcelona, Zaragoza o Cádiz, esta iniciativa representa un proyecto alternativo de izquierdas al de Pablo Iglesias, que recientemente aseguró que no contemplaba candidaturas que no estuvieran bajo el paraguas de las siglas de su partido.

Las cañas amenazan con volverse lanzas contra Pablo Iglesias, que pecó de prepotente en su encuentro con el candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón.

Pero el malagueño, quizás tras enterarse de que la mayoría de su militancia no quiere que entregue la cuchara de IU a Podemos a precio de saldo, se la ha devuelto con un órdago a lo grande que puede llevar a Pablo Iglesias a conjugar más pronto que tarde el ‘donde dije digo, digo Diego’ e integrar a sus tropas con armas y bagajes por vía de urgencia en dicha plataforma.

El ninguneo del contrario tiene estas cositas que, en el lenguaje farmacológico, produce efectos contraproducentes.

Con los alcaldes por bandera –por cierto, vaya pedazo de alcalde que IU tiene en Zamora-, esta puesta en común de la izquierda puede tener mucho más recorrido que Podemos; sobre todo, ahora que Pablo Iglesias se le está acabando la patente de corso que le llevó a lo más alto de la pirámide política de España, cuando su coleta simbolizaba la indignación de una gran parte de la ciudadanía.

Esta amplia plataforma tendría más recorrido que Podemos, y podría incluso disputarle al PSOE la hegemonía dentro de la izquierda en los próximos comicios.

El líder socialista, Pedro Sánchez, no acaba de cerrar la unidad de acción en el PSOE, pese a que en la última pax romana pactada con la lideresa andaluza, donde se dejó en la gatera alma, corazón y vida, parecía que este frente estaba enjaretado al menos hasta las elecciones legislativas.

Las últimas críticas de Susana Díaz a la reforma constitucional que un comité de expertos prepara para el PSOE indican todo lo contrario. Ni la inclusión en este grupo de Amparo Rubiales, una susanista irredenta que ha destacado por ser especialmente crítica con Pedro Sánchez en los conciliábulos sevillanos, le merece garantías de que la propuesta final contenga una España de una sola velocidad. Por eso, en vez de decirlo internamente, que es lo que corresponde en un proceso abierto, lo ha soltado en público, como si fuera una dirigente de un partido ajeno al PSOE.

Si a esto sumamos que la actual dirección del PSOE al completo no acaba de asumir que tiene que afrontar las próximas elecciones con mentalidad de listas abiertas –buscar candidatos, aunque no sean de la cofradía socialista, que gusten más a la ciudadanía que a la militancia-, pues lo dicho: la plataforma en común es una amenaza mucho más seria para los socialistas que Podemos.

Para salvar la papeleta, a Pedro Sánchez le va a hacer falta mucho tino y algo de testiculina.

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